A primera hora de la mañana y por la tele para que apenas tuviera repercusión, el portavoz parlamentario del pesoe, Diego López Garrido , trasladaba a la opinión pública sus conclusiones en una frase pegadiza: «Los resultados son satisfactorios y muy buenos, salvo en Madrid». O sea que, en la Comunidad Valenciana, no parece que esperaran mucho. La cosa se equilibra porque, en el pesepevé, tampoco esperan gran cosa de López Garrido. El estado de ánimo del según algunos analistas «empate técnico» quedó reflejado en la parafernalia nocturna del 27-M. De la mano de Gallardón y de Espe , Rajoy volvió al balcón en lo que suponía el arranque de las generales. No pierden comba. Se están comiendo día a día a sus contrincantes por los pies. A Pepiño Blanco no se le vieron los pies pero con contemplar su cara era suficiente. A estas alturas del ciclo está claro: no necesitan ni siquiera perder para sentirse derrotados. ¿Se recompondrán En sus manos está tomar la iniciativa. Si fueran capaces de quitar el proceso de paz de la primera línea y airear los otros frentes que están atendiendo se harían un favor. En la Comunidad Valenciana es uno de los sitios donde más necesita airearse el partido. Con las distancias que acaban de establecerse, la pro- yección de ocho más garantizados del pepé al frente del Consell, que no es ninguna barbaridad, les llevaría hasta los veinte al volante. Quién nos lo iba a decir, pero Camps se ha convertido en un fórmula uno. Baluarte principalísimo para el devenir del candidato Rajoy. Ahora sí que se puede dar a Zaplana por enterrado. De hecho, ya no aparece por ningún lado. Con este panorama, el dominador puede hacer lo que quiera y hasta permitirse el lujo de ser generoso con los restos del zapla nismo. Pero no creo que se pase.