L es juro que no podía creerme lo que estaba leyendo. Tan es así que, en contra de mi costumbre, me fui a buscar otras fuentes para ver si era verdad. Pero sí, era verdad. El lunes 23 de abril, el señor Camps, don Francisco, había estado de visita en Torrevieja y la había calificado, no sólo como modelo de Ciudad sostenible, sino como ejemplo a seguir. Se puede leer en Información del 24 de abril, pero se puede contrastar en otros medios. Lo vi el día 24, cuando me encontraba, precisamente en Torrevieja, «disfrutando» del paisaje tierra adentro de ese modelo de Ciudad sostenible. La enormidad me resultó de tal magnitud que no tuve más remedio que preguntarme por las razones que hacían decir lo que decía a quién lo decía, que no era cualquiera sino el mismísimo Presidente de la Generalitat Valenciana.

Lo primero que se me vino a la cabeza fue: ¡caray cómo se las gasta este hombre! No se ha contentado con laminar, por la vía rápida y sin anestesia, a la mayoría de los que no coinciden con él en su partido, sino que está empezando a utilizar la ironía para machacar al resto. En este caso, pensé, el manejo de la ironía se le ha ido un poco de las manos y al señor Alcalde de Torrevieja le debe haber entrado un sofoco de padre y muy señor mío oyendo lo que ha oído y conociendo, como sin duda conoce, la realidad de su Ciudad y de su término municipal. Claro que inmediatamente caí en la cuenta de que el señor Alcalde de Torrevieja es de su cuerda y forma parte, además, de la lista por Alicante a las elecciones a Cortes Valencianas, luego la tesis de que intentaba machacarlo a base de comentarios irónicos debía descartarse por incoherente.

Lo siguiente que se me ocurrió fue que el señor Camps, don Francisco, no conoce bien el significado de algunas palabras y que por sostenibilidad entiende sostener a sus amigos. En ese sentido, no cabe duda de que la Ciudad de Torrevieja constituye un auténtico modelo de sostenibilidad donde los haya, pues hace falta valor para sostener allí lo que se sostiene estando los fondos como están. La verdad es que esta idea también tuve que desecharla de forma casi inmediata. De la lectura de las declaraciones se desprendía que el señor Camps, don Francisco, parecía estar hablando del mismo concepto de sostenibilidad que hoy tanto preocupa a la gente sensata, aunque interpretado de una forma un tanto peculiar.

Confieso que la cuestión me ha tenido varios días perplejo. ¿Por qué diría este hombre lo que dijo El despropósito es de tal calibre que me vi arrastrado a buscar una explicación al acontecimiento. Como no me lo podía quitar de la cabeza pero tampoco avanzaba en la búsqueda de la causa, lo comenté con un amigo, psicólogo argentino, para más señas.

Este amigo, después de escucharme atentamente, me dice que tengo que utilizar un modelo de comparación para entender el comportamiento, las actitudes y los mensajes del personaje en cuestión. Me sugiere analizarlo a la luz de un perfil psicológico o de personalidad y del patrón de conducta que lleva asociado. Después de pensar unos momentos, me propone compararlo con las actitudes de alguien que viviera instalado en una, digamos, espiritualidad radical, por llamarlo de alguna forma, de alguien de perfil un tanto místico.

Y a, le digo, pero no creo que de eso se derive el hecho de calificar, de forma a todas luces irreal, a Torrevieja como modelo de ciudad sostenible. Mira, me dice, la sostenibilidad tiene que ver con el respeto a la naturaleza, a lo natural. ¿Qué puede importar eso a quien se encuentra en un estadio por encima de lo natural, es decir, en lo sobrenatural Si lo sobrenatural está por encima de lo natural, simplemente podemos despreciar esto último. Ante mi cara de asombro, prosigue: evidentemente lo sobrenatural está emparentado con la creencia, más que con la realidad tangible o comprobable, pero ya sabemos desde antiguos catecismos que fe es creer no que no vemos, por lo que no es necesario echar cálculos sobre lo que suponen para la sostenibilidad los miles de adosados existente para saber, con certeza, que la sostenibilidad se da y que es, además, ejemplar. Para este hombre, continúa, el grupo que dirige está en posesión de la Verdad, con mayúsculas, y esa condición se transmite, indefectiblemente, a todos sus miembros y en todas sus actuaciones. Eso explica que, para el señor Camps, el ideal de ciudad se resuma en una ciudad gobernada por alguno de sus más íntimos seguidores. Dada esta circunstancia, ¿para qué queremos analizar la realidad Solo los materialistas se ocupan de esas cosas.

Como sigue viendo la incredulidad reflejada en mi cara, me dice: tomemos otro ejemplo. Analicemos, si quieres, la manera que ha tenido de laminar a los disidentes en su partido. ¿No ha sido este el comportamiento de todas las religiones frente a la herejía Al hereje, si no se retracta, se le aniquila. No hay otro tratamiento para evitar la infección. Hombre, le digo, pero admitirás que ha recogido a importantes antiguos partidarios del anterior líder. ¡Ah, los conversos!, me interrumpe. ¿Acaso no sabes que los conversos siempre han sido apreciados en el campo de batalla por su belicosidad contra sus antiguos correligionarios ¿No has oído hablar de la fe del converso Ejemplos tienes, en la historia, a centenares. Repasa, repasa las andanzas de la Inquisición y la nómina de sus colaboradores o, si lo prefieres, fíjate en la procedencia de los sujetos más radicales en algunas revoluciones, dado que te inclinas por aires preferentemente laicos.

T e diré más, prosigue embalado, ¿te has fijado que generalmente no admite preguntas de los periodistas y que no acude a los debates Eso nunca lo podréis entender los racionalistas. Para vosotros la palabra es un instrumento para la discusión, para la confrontación de ideas, para el diálogo y el acuerdo. Para la gente del perfil que estamos analizando, que se sienten en posesión de la Verdad, como te he dicho, la palabra es el instrumento para la revelación y lo revelado no se somete a debate. ¿O es que la Verdad se puede someter a votación La Verdad es la Verdad y punto. Y no te olvides, insiste, de que en el seno de estos grupos cerrados, la máxima autoridad es la encargada de transmitir la interpretación auténtica, la revelación. ¿Cómo él, máxima autoridad, se va a someter a un debate con cualquiera ¿Cómo va a estar su posición al alcance de cualquier razonamiento mundano ¿Qué clase de relativismo es este

Mira, mira, le digo asustado, no sigas hablando. Lo que me estás pintando no se corresponde con un perfil inclinado a la espiritualidad. Lo que me estás pintando tiene que ver con una concepción fundamentalista de la vida pública y, francamente, no puedo creer que ese sea el caso del señor Camps. Será mejor que siga buscando una interpretación por mi cuenta.

Me mira con sonrisa irónica y me dice: eso, eso, sigue y si llegas a alguna conclusión ya me avisas. Y en esas sigo. Buscando una razón que me explique cómo el señor Camps, don Francisco, ha podido llegar a calificar a Torrevieja como modelo de ciudad sostenible.Lo malo es que llevo así una semana y no se me ocurre ninguna explicación razonable.

Ángel Luna es candidato a las Cortes Valencianas por el PSPV-PSOE de Alicante.