Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Fernando Ramón

Opinión

Fernando Ramón

No somos máquinas

Los gestores sanitarios del PP se inventaron en la cruenta época de la crisis una fórmula matemática, en clave de algoritmo, para entorpecer la prescripción facultativa de determinados medicamentos, no por cuestiones de eficacia profesional, si no por parámetros exclusivamente economicistas. Medida criticada donde las haya, adoptada tiempo después de la implantación de los medicamentos genéricos, que pese a que ha suscitado menos reticencias, por aquello de la igualdad de los principios activos de los fármacos, tampoco ha gozado de unánime aceptación ni por pacientes, ni por médicos. Podríamos pensar que este escenario bastante desdeñable debería haber pasado a mejor vida con la recuperación económica, en la que se supone que estamos inmersos, sobre todo si tenemos en cuenta el tránsito del Consell de los populares al del Botànic, cuyos integrantes anunciaron a bombo y platillo que en el centro de sus decisiones estarían las personas. Pero lejos de que eso ocurra, la medida se ha mantenido en el tiempo. Cierto es que la falta de recursos económicos en la Generalitat, al no contar con una financiación acorde con las necesidades reales de la población, puede servir de justificación para su permanencia. Políticas aparte, cuestiones como la del algoritmo o la de la saturación de las agendas médicas, que han llevado a tener que atender quince pacientes en franjas de un cuarto de hora, a minuto por enfermo, no son más que un claro ejemplo de la deshumanización de la sociedad actual. Tratamientos condicionados por expresiones algebraicas, consultas médicas ajustadas casi al segundo y recetas que se formulan en función del coste del fármaco y no de la mejor o peor reacción del cuerpo del enfermo, se alejan, con la impotencia y la rebeldía de los facultativos de turno, de una medicina que en los tiempos que corren debería acercarse a las personas. Porque no somos máquinas. Aunque, en ocasiones, tengamos la certeza de que se nos trata como si lo fuéramos.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats