Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Fernando Ramón

Opinión

Fernando Ramón

Sucumbir a la realidad

Reconozco que estoy entre los miles y miles de residentes del área metropolitana que se ven obligados a utilizar el coche particular para desplazarse por motivos laborales entre Alicante y Elche. Y lo hago hasta cuatro veces al día y como mínimo la mitad de los viajes solo. No crean que es por gusto, sino obligado por las circunstancias y cuando por avatares de la mecánica automovilística me he visto en la necesidad de buscar una alternativa, no la he encontrado. Me dirán que trabajar en esta profesión es atípico y que estas condiciones no se suelen reproducir en otras ocupaciones, y les puedo asegurar que todas las veces que he intentado rastrear alternativas he sucumbido abatido por la realidad. Ni el tren de cercanías ni el autobús interurbano hacen posible mis desplazamientos, incluso duplicando o triplicando el tiempo empleado para cubrir el itinerario. Pero no soy el único damnificado, ni muchísimo menos. Ojalá fuera así, porque no habría a diario esa caravana continua que satura la autovía, ni se producirían esos siniestros reiterados y, en ocasiones, tan trágicos que nos envuelven. Con estas premisas, soy de los que considera que estudios sobre la movilidad para diagnosticar las causas y proponer soluciones representan un encomiable esfuerzo que desgraciadamente se suele quedar en papel mojado. Esa fatídica muletilla que nos acompaña tantas y tantas veces de «hay que... hay que... hay que...» volverá a prolongarse en el tiempo para figurar de nuevo en otros análisis y diagnósticos para detectar y proponer soluciones. Un deficiente servicio de transporte ferroviario de cercanías entre Alicante y Elche, la falta de conexión con el aeropuerto, por no hablar de una promesa electoral en plena campaña del entonces candidato popular Francisco Camps, que hace ya más de una década nos quería hacer creer que se uniría el área metropolitana mediante el Tram, focalizan algunas de las causas. Visto lo visto, a los que nos cruzamos a diario la autovía no nos queda más remedio que seguir manos al volante para ir de casa al trabajo y viceversa con todos los inconvenientes, dispendio y contaminación que conlleva.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats