A diferencia del pasado domingo en la Nueva Condomina, donde el Elche dio sensaciones de mucha superioridad sobre el Murcia, en el encuentro de ayer los franjiverdes demostraron, sin hacer un partido brillante, que la pegada arriba y la calidad de sus futbolistas fueron suficientes para superar la eliminatoria y dejar en la cuneta al conjunto pimentonero, que vendió cara su derrota y que, en muchos momentos del encuentro, fue superior a los ilicitanos. Pacheta reconoció al final del choque que el choque frente a los murcianos debe servir de lección para afrontar la próxima eliminatoria y para lograr el objetivo del ascenso. La experiencia de los futbolistas del Elche debe ser crucial en este tipo de partidos, a vida o muerte, que se deciden por pequeños detalles. Y eso fue lo que se pudo ver ayer en el Martínez Valero. El Murcia comenzó dominando, tanto en la grada como en el terreno de juego, pero en la primera llegada a puerta los franjiverdes mandaron el balón al fondo de las mallas. Posteriormente, y cuando más apretaban los granas y se mascaba el empate a uno, Javi Flores sacó a relucir el guante que tiene en el pie derecho y dio un centro perfecto a Sory Kaba que el guineano mandó para dentro. Y en el comienzo del segundo tiempo se repitió la historia. El Murcia buscaba el empate a dos que hubiera llevado los nervios a todo el estadio y, de nuevo, Javi Flores filtró un pase al espacio, de los que sólo el cordobés sabe dar, y Molo cometió un claro penalti sobre Provencio. Manuel Sánchez lo marcó y sentenció el pase a la segunda ronda. Pero no siempre la moneda va a salir cara. Por ello, el equipo franjiverde debe mirarse en el espejo del encuentro de la Nueva Condomina, porque si está a ese nivel, con la pegada y la calidad de sus futbolistas, sólo la mala suerte o una desgracia puede privar a los ilicitanos del sueño del ascenso. En el «play-off» vale más que nunca la expresión maquiavélica de que el fin justifica los medios y el Elche ya está un paso más cerca.
