Dentro de la programación prevista por la Concejalía de Cultura para conmemorar el Día Internacional de los Museos, el sábado 19 de mayo, a las 20 horas, en el MACE (Museo de Arte Contemporáneo de Elche) se presenta al público mi tesis doctoral Graffiti en Elche. Las paredes urbanas como recurso para la Educación Artística (2014), dirigida por Manuel Hernández Belver, director del Departamento de Didáctica de la Expresión Plástica de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. Una investigación en Educación Artística pensada para el Gabinete Didáctico de nuestro museo de arte social y los estudiantes de Secundaria. Un estudio de casos que se concreta en un informe de resultados con características de cuaderno de viaje por los límites más recónditos del arte no instituido. Los interesados podéis consultar o descargar el trabajo en Internet. ¡Ánimo!

¿De qué es este caso? Esta investigación mira y reflexiona sobre la expresión y la comunicación humana, la ancestral necesidad del ser humano de dejar su huella en su entorno; en este caso, los graffiti sobre las paredes. También de la belleza y riqueza plástica que adquieren esas paredes con el paso del tiempo y el azar. Comparables con la estética de los pintores informalistas, los artistas de acción, los tachistas? Ahora se trata de descontextualizar recuadros de esas paredes y acertar a relacionarlos con los estilos de las vanguardias artísticas.

¿Por qué se escoge este caso? Este caso de la presencia humana sobre las paredes de los edificios se escoge por su carácter tan entrañable que deviene desde los orígenes hasta nuestro días. También por esa humildad necesaria para tratar estos asuntos tan peliagudos de la plástica y la educación artística? Con más solidaridad. Los graffiti, por su cercanía y cotidianidad y las paredes urbanas, de tanta diversidad semántica, sociológica, estética y artística, tal vez ocasionen el pizarrón más bestia y holístico que reúna las condiciones óptimas para la enseñanza y el aprendizaje de la Plástica. La más vasta galería de huellas, de expresiones y de formas de transgresión, de arte marginal, abierta a todas horas y gratis. Más o menos se está proponiendo tomar la calle como taller de plástica y vincular así los contenidos curriculares de la Educación plástica y visual con la realidad de la comunicación y la expresión natural y cotidiana.

Contextualización de la tesis: Arte contemporáneo en Elche / Graffiti en Elche. El Museo de Arte Contemporáneo de Elche se inauguró el 13 de agosto de 1980: «museo autogestionario», «museo vivo», «museo popular», «talante democrático», etcétera, eran sus señas de identidad. A nivel de calle los pintores locales siempre le hemos llamado «Museo de arte social» y a la obra que alberga, «de pintura social». Así se remarcaba la línea divisoria entre los pintores más o menos costumbristas o de pintura de género y los militantes o comprometidos con el cambio. Aquellos inicios fueron muy bonitos y la verdad es que hoy se dispone de una colección envidiable que se concreta en un auténtico museo de carácter memorializador, con obras que apenas van de 1959 en adelante. Una oportunidad única para recorrer los «ismos» y los «neos» de las vanguardias artísticas de nuestro país: El Paso, Dau al Set, Equipo Realidad, etcétera; con toda la austeridad y belleza del «no color».

Mi interés por los graffiti deviene de los últimos setenta, influido por los garabatos y dibujos de mis hijos Sergio (1974) y Emma (1978) por las paredes interiores de la casa. Después, no tardaría en deparar en las comunicaciones de la gente corriente sobre las paredes exteriores. Franco había muerto en el 75 y todas las mañanas aparecían en las paredes de las tapias apresuradas pintadas que la policía tachaba inmediatamente, pintando encima cruces en forma de equis dentro de un recuadro; pero creando de paso unas piezas magníficas de abstracción sígnica. Otras veces se parcheaban las frases enteras ocasionando unos preciosos planos propios de la mejor pintura espacialista. La fuerza y la espontaneidad de las palabras chorreantes, la valentía de las proclamas y el azaroso resultado plástico de las tachaduras después, me irían acercando cada vez más a la materialidad de las paredes para descubrir un sinfín de posibilidades plásticas inspiradas por las calidades y texturas del simple paso del tiempo o las incisiones y grabados de la gente. Continuará?