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Opinión

El momento de abrir puertas

El Lucentum ha pasado de estar muerto a estar más vivo que nunca. Es el sino de un club indestructible que en LEB Plata está llevando a más de 2.500 espectadores a los partidos. Eso sí, a los encuentros decisivos, ya que durante la fase regular no llegaban a 1.000 los fieles que acudían al Centro de Tecnificación en busca de tiempos mejores. Un aplauso para estos seguidores de los que Pedro Rivero siempre se acuerda y a los que el club guarda eterna gratitud. A un paso de la final por el ascenso se encuentra el HLA. Parecía un camino interminable, pero con el espectáculo que está dando este equipo va a dar pena que se acabe este «play-off». El equipo de David Varela empequeñece a sus rivales, convierte en discoteca el Pedro Ferrándiz con un ensordecedor sonido y divierte a los espectadores como hacía mucho tiempo que no sucedía. Todavía queda ganar un partido para llegar a la decisiva final, pero lo cierto es que el aroma es de ascenso y vuelta a la LEB Oro, una categoría en la que militarán el año que viene históricos como el Bilbao Basket o el Betis. En esta ocasión, las exigencias económicas del salto de categoría no serán un obstáculo. Una cuota de 40.000 euros y 150.000 de aval. Nada insalvable para un club limpio de deudas y que ya tiene ingresos apalabrados para la próxima temporada.

Agradecimiento eterno a HLA y, como no, a Seguros Meridiano, el patrocinador más antiguo y fiel que tiene el club y que tanto le ha ayudado cuando encontraba cerradas tantas puertas como intentaba abrir. Ya no se clama por ayuda institucional como antaño, la entidad ha entendido a la perfección cúal es el camino y cómo llegar a él. De los tres grupos en los que se ha dividido el trabajo interno del Lucentum, uno se dedica exclusivamente a tocar puertas de empresas. Ahora es el momento de convencer de un proyecto que empieza a dar los frutos tras años de buen trabajo en silencio. El final del camino es la ACB y esta vez no tiene trampa. El prohitivo canon que tanto daño hizo al extinto Lucentum se ha convertido en un aval anual de 400.000 euros. Por tanto, se puede volver a soñar sin miedo y sin deuda. Alicante sigue siendo una plaza con buen cartel en el ámbito nacional y las escaleras cada vez tienen menos peldaños para acceder a la élite.

En lo deportivo no se le ha dado mal a Guillermo Rejón cambiar la pista por los despachos. En su primera experiencia como director deportivo ha conseguido reunir a un bloque que ha alcanzado su máximo rendimiento en el momento soñado, cuando se deciden las temporadas. Tiene mérito configurar una plantilla desde cero (solo renovó Lobo) y que juegue como si llevara junta toda la vida. Cuatro victorias más y, por fin, un ascenso que celebrar.

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