Hablarán del duelo entre el lo-lo-lo de la afición del Sevilla y los pitos por parte de la afición del Barça cuando sonó el himno de España. Hablarán de los peligrosísimos globos amarillos y las inquietantes camisetas amarillas que requisó la Policía. Hablarán de las artísticas fotos con que las fuerzas de orden público inmortalizaron a la afición culé, puede que con intención de pillar a Puigdemont de incógnito celebrando otro título del Barça. Hablarán de la Messidependencia, como si un equipo que tiene al mejor jugador de la historia del fútbol en sus filas pudiera no depender de él. Hablarán de que siete jugadores del Barça repitieron titularidad en una final de Copa dos años después, e intentarán convencernos de que eso es malo.

Hablarán de la suerte del Barça en el primer gol, tras un pase (no un despeje) de Cillessen a Coutinho digno de Schuster. Hablarán mal del Sevilla, para evitar hablar bien del Barça. Hablarán de cualquier cosa con tal de no hablar de lo que hay que hablar, es decir, del maravilloso partido del Barça en el Metropolitano, de un partido de fútbol que sólo un equipo como el Fútbol Club Barcelona puede ofrecer, de la impecable concentración de unos jugadores a los que habían crucificado no por firmar una temporada sin títulos, sino por una temporada en la que «sólo» podrían ganar dos títulos.

Hablarán, por supuesto, de Roma. «¿Alesia? ¡No sabemos dónde está Alesia!», grita Alámbix en «El escudo arverno» cuando Astérix le pregunta dónde está ese lugar. El enfado de Alámbix tiene origen en la terrible derrota con la que los romanos de Julio César aplastaron a los galos en Alesia, una derrota que significó el fin de la resistencia gala y de Vercingetórix, su líder.

Alámbix no quiere ni oír hablar de Alesia y dice que ni siquiera sabe dónde está (no es cierto, por supuesto). ¿Roma? ¡No sabemos dónde está Roma! Los culés no queremos ni oír hablar de esa derrota y nos hemos olvidado de dónde está la ciudad de Roma. Cuando en la película «Casablanca» le preguntan a Rick qué hizo anoche, el tipo del esmoquin blanco responde que no sabe porque hace demasiado tiempo de eso. Como Rick, no sabemos qué le pasó al Barça en Roma porque hace demasiado tiempo de eso. Y, como Alámbix con Alesia, ni siquiera sabemos dónde está Roma. Queremos hablar de la hermosa y perfecta victoria del Barça ante el Sevilla en la final de Copa. ¿Alesia? ¿Dónde está Alesia?