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Joaquín Rábago

¿Hipocresía alemana?

Mientras la población germana aprueba mayoritariamente la no participación de su país en el reciente ataque contra Siria, los líderes de opinión atlantistas acusan al Gobierno de "hipocresía".

Algo de eso hay en efecto en el hecho de que, al igual que otros gobiernos de la OTAN, el berlinés calificase a posteriori la operación de EEUU, Reino Unido y Francia de "proporcionada" y "necesaria".

Si el ataque contra Siria, al margen de la ONU, era merecedor de tales calificativos, ¿por qué optó la Gran Coalición alemana por abstenerse, y limitarse a aplaudir luego, en lugar de sumarse desde el principio a los atacantes?

¿Fue por miedo a enfrentarse con Rusia, aliado de la Siria de Bashar al Assad, o con el Irán de los ayatolas, que podría responder con ataques terroristas?, se pregunta Josef Joffe, editor del semanario Die Zeit y conocido atlantista.

En los debates por TV dedicados los últimos días al tema sirio , miembros del partido cristianodemócrata de la canciller Angela Merkel trataron de justificar la no participación en la operación por no haber sido invitados a la misma.

También se adujo que Alemania no disponía de la capacidad aérea suficiente para bombardear Siria ni con los Tornados estacionados en la base jordana de Al-Asrak ni con ninguno de sus submarinos.

Pretextos, sólo pretextos, argumenta los atlantistas, que se felicitan en cualquier caso de la unanimidad conseguida al menos a la hora de felicitar a los gobiernos que decidieron castigar al régimen sirio.

Rusia prosigue su expansión hacia Occidente, por un lado, y por Oriente Medio, por otro, señala Joffe, que no tiene nada que decir en cambio de la mucho más evidente expansión de la OTAN hacia las fronteras rusas.

"Irán tiene ya (en Siria) una cabeza de puente con el Mediterráneo, y la bomba nuclear continúa en su programa. La guerra con Israel podría empezar mañana mismo", escribe el editor de Die Zeit, y sus palabras podría haberlas escrito cualquier halcón norteamericano.

Mientras tanto, la izquierda alemana, como la de otros países, se pregunta por qué los gobiernos de Trump, Macron y Theresa May no esperaron a que se determinara con toda certeza si el ataque con armas químicas atribuido al régimen sirio era o no cierto.

¿Tanta prisa había por atacar a Assad después de una guerra de más de siete años y con un millón de muertos entre los sirios sin que se haya conseguido aclarar el panorama sirio.

Y, puestos a hablar de hipocresía, ¿no lo es también, se preguntan muchos, el justificar la operación por motivos humanitarios cuando los gobiernos atacantes y quienes los apoyan, como el de Berlín, no dejan de exportar armas a esa cada vez más convulsa región?

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