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C.Pascual

Opinión

C. Pascual

Cuando quieren, pueden

Incentivados por una plataforma ciudadana nacida para promover la tolerancia cero de alcohol entre los menores, el Ayuntamiento de Alicante, en colaboración con la Subdelegación del Gobierno, ha demostrado que querer es poder, que las administraciones públicas, aunque sean de signo político contrario, cuando quieren, ¡claro que pueden! Tras años y años de mirar para otro lado, de permitir con una inexplicable inacción que la playa de San Juan se convirtiera en un «botellómetro» el día de Santa Faz, el concejal de Seguridad, el socialista Fernando Marcos, junto al subdelegado del Gobierno, el popular José Miguel Saval, decidieron dar un paso adelante, jugándosela prácticamente a todo o nada: puerta grande o enfermería.

La tensión en una y otra administración ha sido evidente durante toda esta semana, ya que nada aseguraba que el dispositivo general de seguridad, integrado por casi 300 agentes de la Policía Local y 150 de la Nacional, fuera a ser un éxito en el intento de acabar con el botellón. El siempre posible fracaso de la acción policial preocupaba, y mucho. De hecho, a Fernando Marcos se le vio tenso desde primera hora de la mañana, cuando apareció por la Concatedral de San Nicolás, el kilómetro cero de la Peregrina. Pese al nerviosismo inicial, desde primera hora de la mañana, las noticias eran positivas: apenas se veían carros llenos de bebidas alcohólicas en la avenida de Dénia. El balance no hizo más que poner cifras a las buenas sensaciones: se incautaron nueve carros, frente a los 400 del pasado año, y se atendió a menos de una decena de personas por intoxicaciones etílicas. El resultado, y no sólo por los datos sino sobre todo por la imagen que se trasladó tras demasiados años de desidia política, superó las mejores previsiones. Tal fue el éxito que el Ayuntamiento ya piensa trasladar el dispositivo a otras fiestas, como las Hogueras.

Con la perspectiva del tiempo, sólo cabe destacar un fracaso: que la policía tenga que intervenir ante un problema, el consumo más que abusivo de alcohol entre jóvenes, surgido por el fracaso de la sociedad. Ahora toca trabajar en la prevención con campañas de concienciación, como bien reclama el psiquiatra Bartolomé Pérez Gálvez.

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