El pasado lunes conocíamos la noticia publicada en INFORMACION del fatal desenlace ocurrido en una casa de campo entre Jijona y Torremanzanas, donde un matrimonio fallecía mientras dormía, a causa de un escape de gas de un frigorífico de butano.

Hasta aquí, una trágica noticia que cambiaba el destino de una familia construida por Memes y Jesús, como tantas veces que ocurren accidentes domésticos.

Pero el destino equivoco, segaba la vida de una de las figuras mas relevantes de la escalada y del deporte alicantino de montaña de las ultimas décadas.

Jesús Ruiz Molina fue precursor de la escalada deportiva en nuestras montañas cuando a finales de los setenta la llegada de los «pies de gato» revolucionó este deporte vertical. Supo adaptarse a las nuevas técnicas y no dejó de progresar, lo que le llevó a ser uno de los escaladores más prolíficos abriendo multitud de nuevas vías y recorridos de escalada por toda nuestra provincia.

Peñón de Ifach, Cabezón de Oro, Puig Campana, Sella, Ponoig, etcétera?

Estas vías en la actualidad son repetidas por montañeros venidos de todas partes de Europa, sabedores del clima de nuestra tierra y de la dificultad y belleza de sus recorridos.

También visitó las cumbres del Himalaya, donde formó parte de la ComVal 86 al Annapurna y realizó trekkings al campo base del Everest.

Kilimanjaro en Kenia, Andes del Perú y multitud de escapadas a los Alpes, donde se enfrentó a recorridos de gran dificultad.

Los Pirineos se convirtieron en su segunda casa, en los que completó ascensiones en todos los macizos del sistema.

Nunca renuncio a su pasión por la montaña y fomentó su respeto, ayudo a quien quería aprender y siempre respondió a la llamada de quien lo necesitara.

Se ha ido uno de los grandes, defensor de un deporte minoritario que a los que lo practicamos nos reporta enormes sensaciones.

Memes Ballester se fue con él. Mujer y compañera, siempre estuvo a su lado, hasta el final?.

Hasta siempre, Jesús?.