Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Rosa Carrizosa

Opinión

Rosa Carrizosa

Porque son muy responsables

Este no es el primer año que los pensionistas ven cómo sus prestaciones se revalorizan sólo el 0,25%. De hecho, llevan cuatro «gozando» de este «pingüe» incremento. Concretamente, desde la reforma de 2013, en que se incluyó este índice, desvinculando la actualización a la evolución del IPC, y que en el mejor de los casos les está suponiendo un máximo de dos euros al mes. Una cuantía que, junto a la pérdida de poder adquisitivo, ya de por sí justificaría las movilizaciones que miles de pensionistas de toda España- también de Alicante- están protagonizando en los últimos tiempos.

Y resulta que, ahora, muchos se sorprenden,entre ellos el Gobierno. Y atribuyen las insólitas manifestaciones (por la masiva participación) de personas mayores tomando las calles reclamando pensiones dignas a concentraciones orquestadas por unas u otras fuerzas de izquierdas. Pero la realidad es que muchas de estas movilizaciones han sido espontáneas, algunas, incluso, convocadas por whatsapp. Otras, por los sindicatos. Y, habitualmente, apoyadas por partidos de izquierdas.

Creo que quienes se sorprenden de la reacción de los jubilados no conocen el sentido de la responsabilidad y sensatez que suele caracterizar a las personas de más edad. Por aquello de la experiencia que acumulan y porque son más proclives a hacer un análisis sereno, con una mayor comprensión de las situaciones.

Y si llevan cuatro años soportando una ridícula subida de las pensiones, ¿por qué es ahora cuando se lanzan a denunciarlo? Primero, creo, que porque tienen derecho a hacerlo por haber cotizado durante años al sistema y haber contribuido al crecimiento económico de este país. Segundo, porque durante la crisis, ellos han sido los que en muchas casas han ayudado, con sus prestaciones, a tirar hacia adelante a las familias. Y aún continúan haciéndolo, porque la recuperación no ha acabado de aterrizar en las economías domésticas.

En hogares golpeados por el paro y la falta de ingresos, han ayudado a llenar la nevera, a pagar libros, vestidos o estudios de los hijos o los nietos. Algunos han avalado incluso con sus viviendas las hipotecas de sus familiares y, cuando éstos perdieron el empleo y no pudieron afrontarlas, se vieron abocados a desahucios.

Y en tercer lugar, se encontraría esa razón que puede pasar desapercibida, pero que escondería la verdadera razón de sus movilizaciones. Se concentran y manifiestan porque son muy responsables. Porque durante los años de crisis no sólo se han ocupado de ser el colchón de los suyos, sino que han entendido a la perfección la situación de emergencia económica que sufría el país. Y han arrimado el hombro.

Además, creo que por su responsabilidad no se han echado antes a la calle. Por ejemplo, el pasado año, el primero en que la recuperación se vio más asentada. Ha sido en el segundo, cuando han considerado que era su momento, que les tocaba que el Gobierno reconociera sus esfuerzos, a la vez que sus derechos. Pero también por responsabilidad se movilizan por el futuro de sus hijos y de sus nietos, según se ha escuchado a muchos de los participantes en estas concentraciones.

Algunos han ido acompañados de sus vástagos, pero no todos. Pareciera que aquellos jóvenes que no participan en estas movilizaciones no entendieran que la «lucha» también va por ellos.

Tan enfrascados estamos, en general, en nuestras realidades diarias que no somos capaces de mirar un poco más allá, y ver que de lo que «se cuece» ahora depende el futuro. Ellos sí lo saben, y por eso alzan la voz. Una voz que el Gobierno no puede dejar de escuchar, ni mirar hacia oro lado, ni intentar acallar con medidas «parche». Hace falta la voluntad de dar una solución integral y hacer sostenible el sistema público de pensiones para el futuro.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats