La resolución del Comité de Derechos y Garantías en un asunto feo, feo, como el de los whatsapp deja un único perdedor en Orihuela: al propio PP, pero ¿a qué PP?. Cierto es que el tema no parece un invento de Dámaso Aparicio (que presentó hasta testigos), como tampoco lo es que el alcalde Bascuñana sale indemne y fortalecido (la pregunta es a ojos de quién) de una situación más que complicada, en la que le metió uno de los suyos y que dio alas a la oposición y a sus propios socios en su contra. Por desgracia, la herida en el partido sigue abierta y supurando a un año vista de elegir candidato a la Alcaldía. El regidor ha dado muestras de sobreponerse a cualquier adversidad pese a que hace mucho, pero que mucho tiempo, que el viento nunca sopla en su dirección.
