Andan los líderes políticos desgañitados, voceando sus proclamas sobre las poco audibles escuchas de los pensionistas que, por más atención que ponen en sus ofertas, no ven reflejadas en sus cuentas. Por mucho que prometan, da igual, nada de nada.

Ya me dirán ustedes, amables lectores, por muchos 0,25% que les suban a los salarios de 500 o 600 euros, menos las retenciones, ¿cuantos lustros deben durar estos sufridos pensionistas para llegar a cobrar siquiera la cuarta parte de los suculentos sueldos que cobra cualquier politiquillo, consejerillo, alcaldillo o concejalillo? amén de otros muchos cargos, alguno de los cuales lo más honorable que tienen es su sueldo.

¿Cómo van a ponerle salarios dignos a algunos pensionistas?, ni actualizarles el IPC. ¿Saben los políticos cómo pueden comer y vivir los jubilados? Con lo que ganan, ¿algún político se ha puesto o intentado dar de comer a su familia? o, como ya preconizó la riqueza de los pensionistas el director del Banco de España, que decía que podían vender la casa que ganaron con su sudor y sesgada por los intereses que les han pagado a los banqueros rescatados. Claro que algunos la venderían con tal de que no pasaran hambre sus familias, en tanto que muchos como estos mirarían después a que el pensionista hubiese vendido hasta su alma al diablo a ver si quedaba algún hueso y se lo echaban.

Entre tanto en el Ministerio de la señora De Cospedal no tiene hartura en ampliar el gasto en la maquinaria de guerra en hasta cerca de los ONCE MIL millones de euros, sin siquiera ruborizarse: ¡Eso sí se puede!: ¿De dónde habrá sacado el dinero?; pues está claro: ¡Del hambre de muchos españoles!

Habría una solución: Crear un plan nacional de solidaridad. A todos los cargos provenientes de la política que ganen más de 6.000 euros se les descontaría un 12%; a los que ganen mas de 5.000, un 10%; y a los de más de 4.000, un 9%. Suprimiendo los suplementos para gastos de libre disposición de los alcaldes que los cobren, amén de ese impuesto propuesto por el PSOE a la banca, y ya tendrían una posibilidad viable para mejorar las pensiones y otros menesteres. A ninguna de las que aporten al Plan de Solidaridad les faltaría ni para seguir viviendo bien ni para merma de su futuro. Además hay que controlar los trabajos en negro, las horas extras que no se pagan y todas las pillerías de las autopistas, que rescaten las comisiones cobradas por los partidos, que ingresen también un 10% los enchufados de las puertas giratorias, los fondos recuperados de los traficantes y un montón mas de cosas que todos sabemos y que se silencian? ¡hay mucha gente afanando! Señores del Gobierno acaben con los defraudadores, que hay muchos pillos! Y demuestren a los ciudadanos que no, ¡que el pensionista no es un desconocido!.