Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Jorge Fauró

Opinión

Jorge Fauró

Dentro del laberinto

En la escala de la Administración pública, los ayuntamientos constituyen el último nivel en lo relativo a derechos y deberes de la ciudadanía. Erróneamente (porque no legislan), a los mandatos municipales de cuatro años se les dice legislaturas, por más que las ordenanzas, bandos y normativas dictadas por los ayuntamientos conformen el verdadero manto jurídico por el que se rigen las sociedades pequeñas y grandes (los vados, las zonas de aparcamiento, los horarios comerciales, la venta ambulante,...). Es, precisamente, ese último lugar en la escala legislativa el que convierte a los municipios en auténticos laberintos administrativos que dejan al protagonista de El proceso de Kafka a la altura de un pequeño ser quejicoso y tiquismiquis. Cada ordenanza municipal tiene por encima una normativa autonómica y una ley estatal que a menudo atan de pies y manos a los alcaldes. Conocí a uno de ellos (del PP), que harto de no poder distribuir el presupuesto municipal como él pensaba que era lo óptimo para su pueblo, sentó frente a él al interventor y le amenazó con retirarle complementos y productividad y apartarle del pleno. Fue en balde. Años después conocí a otro (del PSOE). Con las mismas buenas intenciones que el anterior, no se atrevió a tanto, pero la escena fue propia de Shakespeare. Preparó un proscenio similar, se reunió a solas con el interventor y el tesorero del Ayuntamiento y, en un gesto de absoluta impotencia, les entregó las llaves de la Alcaldía y les dijo: «Ahí las tenéis, a partir de ahora gobernáis vosotros». Creo que ambos (políticos y funcionarios) tienen razón. La nueva ley de contratos públicos pretende dar más transparencia a la gestión municipal y así lo harán cumplir interventores y tesoreros. Sin embargo, no deja de ser paradójico que quien promueve esa ley (desde luego, un político y no un interventor) lo haya hecho pensando en eliminar corruptelas en la gestión pública. Ni de sí mismos se fían.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats