Estaba el personal muy atareado en Alicante especulando sobre espías, quizá repasando novelas de John Le Carré, sorprendidos por la decisión del minigobierno de ocultar el supuesto descubrimiento de un dispositivo de grabación en la Concejalía de Urbanismo, cuando la Audiencia Provincial decidió este viernes dar vía libre al procesamiento del alcalde Gabriel Echávarri y dos de sus asesores por el fraccionamiento de contratos en lo que se ha dado por llamar el «Caso Comercio».

El auto judicial, según figura en el escrito, fue redactado el 27 de febrero aunque firmado y dado a conocer este viernes. Y su repercusión es de tal calibre que ha eclipsado en buena medida la exclusiva de este periódico, cuando el pasado domingo, 4 de marzo, titulaba: «Descubren un dispositivo de grabación en el despacho de la edil de Urbanismo». El inquietante subtítulo decía: «Una empresa de seguridad encuentra el aparato debajo de un mueble anexo a su mesa, pegado con cinta aislante». Y el otro indicaba: « Pavón fue el único que ocupó esas dependencias antes que la socialista Eva Montesinos». En ambos caso, el todavía alcalde Echávarri tuvo un comportamiento coincidente. Desapareció del mapa en las siguientes 24 horas y no ofreció ningún tipo de explicaciones sobre los hechos.

«El alcalde no va a dimitir» a pesar de que es seguro que deberá sentarse en el banquillo ante el juez como responsable del fraccionamiento de contratos en el Ayuntamiento. Ese el mensaje que ha trasladado por boca de su portavoz municipal, Eva Montesinos. Precisamente, la otra concejal implicada en la ocultación del supuesto descubrimiento del dispositivo de espionaje en el Ayuntamiento. Coinciden los actores.

Sé que llegados a este punto, algunos podrán confundirse y ya no sabrán si fueron los espías los que fraccionaron los contratos o si el ya famoso dispositivo de grabación tiene algo que ver con el área de Comercio. Tengan paciencia y les describo la situación es pocas palabras: El alcalde espera juicio y sentencia mientras se aferra a dirigir la ciudad con un minigobierno que no fue elegido en las urnas, sino que es fruto de un pacto roto con otros partidos de izquierdas. Las líneas rojas están pasadas. Echávarri se ha situado ya al otro lado de la frontera, lo que sitúa a Alicante en el peor de los escenarios posibles. Un alcalde sobreactuando o desaparecido en combate para atender a sus asuntos ante los tribunales, y mientras tanto la capital de provincia más paralizada de lo que ya estaba en estos años de gobierno de la izquierda.

Por lo pronto, un récord ya ha batido el PSOE de Ximo Puig en esta ciudad. Y es el de mantener el primer cargo público que, en posesión de su representación institucional, es procesado por un delito. Y todavía está cerca de batir otro si sale adelante, como parece, la causa que tiene abierta por el despido arbitrario de una trabajadora municipal. Una acción miserable en represalia a la denuncia presentada por mi grupo municipal por el troceo de contratos en la Concejalía de Comercio. Una denuncia que ahora la Audiencia ha demostrado que estaba completamente justificada.

Alicante es, en estas circunstancias, la auténtica condenada, la que va a pagar todos los platos rotos, la que va a sufrir la desatención y la falta de soluciones a los problemas que padecemos, que no son pocos. Pero no se equivoquen, el señor Echávarri no es el único culpable. Lo es también el secretario general del PSPV y presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que debe sufrir en estos momentos una grave tortícolis de tanto mirar hacia otro lado para no afrontar el grave problema que padecemos los alicantinos. ¿Por qué el señor Puig, al que tanto se le ha llenado la boca exigiendo responsabilidades, no toma cartas en este asunto? ¿Será que sólo le preocupan los delitos cuando afectan a otros partidos? ¿Será que prima la aritmética sobre la ética y que como no tiene los 15 votos para elegir a otro alcalde de su cuerda ha optado por dar la callada por respuesta? ¿Esos son los principios del señor Puig y de la vicepresidenta Mónica Oltra que sólo exigen responsabilidades inmediatas cuando el viento sopla a su favor?¿Secunda el señor Puig el argumento de la portavoz socialista municipal de que lo que se está produciendo es un juicio político al alcalde Echávarri? ¿Comulga el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, con todo lo que está sucediendo en Alicante? ¿Piensa intervenir? ¿Es esta la famosa regeneración que nos prometían?. Quizá es que los problemas de los alicantinos no son de su interés. Será por eso que Puig viene a Alicante sólo para las fotos, y cuando le preguntan por el Ayuntamiento hace un gesto incómodo. Y mira a otro lado.