La cuestión femenina ha pasado a ocupar en estos días la primera plana de los periódicos. Sin duda se trata ya de un movimiento global, dado que la convocatoria del jueves pasado fue secundada en 150 países. Arrancó no hace mucho tiempo en EE UU con la campaña «#Me too», por el que varias actrices han estado denunciando haber sido víctimas de acoso laboral, si bien el origen de la reivindicación mundial venía de muy atrás.

En el debate que organizó la Tertulia Mesa y Mantel el día 8 de marzo en el Club INFORMACIÓN sobre el tema Siglo XXI, ¿por fin el de la mujer?, presentado por Ana Poquet, se dieron muchas claves alrededor de este tema tan candente que considero interesante compartir. En la mesa redonda de mujeres, que presentó la periodista Rosalía Mayor, la directora de recursos humanos de Gioseppo, Esperanza Navarro, dijo que las empresas no se pueden perder el talento femenino e informó del segundo plan de igualdad de su empresa. Marisa Cossovich, arquitecta jubilada, declaró que las mujeres hace años lo tenían mucho más difícil que ahora, pero que aun así ella no tuvo más remedio que defender su profesión. Purificación García, ginecóloga, alertó de la presión a la que están sometidas muchas mujeres en su trabajo, que les impide compatibilizar su vida personal con su carrera profesional, así como habló del preocupante machismo de muchos adolescentes. Y Marina Vicente, psicóloga, insistió en la necesidad de educar de manera no sexista a los niños. En la segunda mesa redonda, que tuve el honor de dirigir, Juan Ramón Gil, periodista, reconoció la falta de visibilidad de las mujeres así como apeló a la necesidad de que se produzcan cambios legislativos. Manolo Jiménez, presidente de la Federación de Hogueras, destacó que en ocasiones las mujeres no aceptan que los hombres se impliquen más en la crianza de los hijos. Y Fernando Llopis, profesor titular de Informática de la UA, apuntó que las mujeres se están perdiendo parte del futuro tecnológico que viene porque cada vez eligen menos las carreras técnicas.

Estamos en un momento clave para reflexionar en profundidad acerca del futuro de las mujeres, sobre cómo hacer para lograr la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres. Parece lógico pensar que en primer término habría que fomentar la educación en estos principios y valores respetando la diversidad, así como se deberían aplicar las medidas legislativas más idóneas para eliminar la discriminación por razón de género en todos los ámbitos. Y a ver si alguno de los principales partidos da un paso al frente y presenta a alguna mujer como candidata a la Presidencia del Gobierno, para empezar.