Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Antonio Sempere

En pocas palabras

Antonio Sempere

Hostal con goteras

La Biblioteca Provincial del Paseíto Ramiro sigue igual. Sin novedad. Y dando gracias. Que en estos casos, como en la vida, siempre tenemos que agradecer no ir a peor. Virgencita del Socorro (cuya ermita fue demolida por la piqueta en los 70, pocos metros más allá de donde se construyó el búnker que ahora tiene por nombre Biblioteca Azorín) que nos quedemos como estamos.

Han pasado varios años desde que Cristina Martínez diera cuenta en estas páginas del extenso informe sobre la «inminente» reforma integral del edificio. Que no es que lo pida a gritos, es que si sus paredes hablaran ya se habrían hecho oír desde la ladera del Benacantil hasta el Ayuntamiento. Pero resulta que las constelaciones políticas tienen sus ciclos, y todavía no se han dado las coordenadas favorables para que, por una parte del Ministerio de Cultura, que es propietaria, y la Generalitat Valenciana, que es la que la gestiona, sintonicen en la misma onda, insuflando los millones necesarios para que el edificio remozado pueda ser una realidad.

Mientras tanto, los usuarios hacemos de la necesidad virtud. Porque vamos a ver, tenemos la mejor biblioteca pública del Estado, y si no lo valoramos, es porque somos unos miopes. De acuerdo que los baños apestan, de sus cañerías emanan efluvios que mejor no mentar, los ascensores del Pleistoceno, perdimos el salón de actos, y en la sala de lectura cohabitamos embutidos los usuarios de la hemeroteca y los trabajadores que atienden los préstamos de música, revistas, películas y libros, atiborrados en las estanterías. ¿Pero qué biblioteca de toda España tiene vistas al Postiguet? ¿En qué organismo público resisten máquinas expendedoras donde los cafés todavía cuestan 30 céntimos de euro? ¿Dónde, sino en la tercera planta de la biblioteca, se pueden consultar los ejemplares de la prensa diaria del fin de semana con la agradable sensación de que las yemas de tus dedos son las primeros que están despegando esas páginas, que han ido directamente del quiosco al archivo, sin que media mano de por medio?

Si a ello añadimos a funcionarios tan eficaces y cumplidores como Joan Rafael Camps, al que nunca le falta un chascarrillo con el que afrontar con buen talante todos los temporales que puedan venir de afuera, convendremos que en pocos lugares como en este podremos recibir tanto por tan poco. Claro, que si una millonésima parte de lo derrochado en Terra Mítica, Ciudad de la Luz y demás ocurrencias se hubiese dedicado a remodelar el edificio, ahora gozaríamos de un hotel cultural cinco estrellas frente al mar. La realidad es que nos quedan muchos años en un hostal con goteras.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats