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Los beneficios de la anticoncepción

Hay que informarse bien, incluso acudiendo a un profesional, al elegir método contraceptivo

Creo que todas las mujeres estarán de acuerdo conmigo en que una vida sexual satisfactoria solo puede concebirse cuando no existen temores ocultos por las consecuencias no deseadas de la actividad sexual. Sin duda ninguna, el miedo al embarazo ha inhibido de tal forma la vida sexual de las mujeres que ha sido, en parte, la causa de la frigidez femenina y de numerosos complejos psicológicos y, por si fuera poco, se ha introducido de tal manera en el subconsciente humano que, durante mucho tiempo -y aún hoy en algunos sectores de la población-, ha sido casi universal la creencia de que sólo el hombre siente y desea sexualmente. Y es que durante siglos, el sexo de la mujer ha sido considerado como algo cuyas funciones principales eran la reproductora y el desahogo de la potencia masculina. Suena extraño, pero ha sido así. Afortunadamente, el descubrimiento de los anticonceptivos, ha supuesto la posibilidad de distinguir sexualidad y procreación, al tener conocimiento del propio cuerpo, como fuente que da y recibe placer. Por eso, ha sido tan importante la aparición de la píldora anticonceptiva. A partir de ese momento -año 1962-, la situación ha ido avanzando progresivamente. Hoy, todas las personas tienen el derecho y la responsabilidad de asegurar que, en lo posible, cada hijo que nazca sea deseado y reciba los cuidados necesarios. Y esto hoy es posible gracias al control de la natalidad Y aunque aún no disponemos del método anticonceptivo ideal -ya que todavía no existe ninguno que sea absolutamente seguro, que no tenga ningún efecto secundario, que no interfiera las relaciones sexuales y que no altere la capacidad reproductiva-, la amplia gama de los que tenemos en el mercado, nos permite disponer de buena anticoncepción para casi todas las parejas que lo deseen. Pero, en la actualidad, curiosamente, una de las razones más importantes del fracaso de los anticonceptivos es el desconocimiento de cómo funcionan. Por eso, antes de decidir cual es el mejor método contraceptivo, vale la pena que se establezca un diálogo entre el ginecólogo y la pareja interesada, con el fin de conocer los pros y los contras de las distintas posibilidades. Por tanto, en los tiempos actuales, en nuestro país, dada la amplia y buena información que existe acerca de los anticonceptivos, la mujer y su compañero tienen la posibilidad de considerar las opciones en términos de eficacia, seguridad, conveniencia y satisfacción sexual.

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