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Teatro crítica

Impacto visual

Frankenstein en el Aula de Cultura de Alicante

Frankenstein

AULA DE CULTURA DE ALICANTE

La historia del monstruo del Dr. Frankenstein, basada en la vieja novela de Mary Shelley, forma parte de la cultura popular. Pero aquí no se ofrece el clásico cuento de terror, sino todo lo contrario. La propuesta es una muy libre versión con los efectos luminotécnicos del exitoso Teatro Negro de Praga, al que hacía años que no veíamos en Alicante. En esta ocasión ha sido el Aula de Cultura de la Fundación Caja Mediterráneo quien acogió el jueves el espectáculo Frankenstein, una mágica y burlesca aventura para toda la familia, que gustó mucho al numeroso público. La luz ultravioleta y el vestuario fosforescente da alas a la imaginación, y la fantasía y el entretenimiento funcionan. Objetos y figuras flotan en la cámara negra del espacio escenográfico. Y el loco científico se traslada en tren o en carroza hacia Transilvania, recorriendo varios lugares europeos, para crear y dar pulso a su monstruoso personaje. La técnica hace un exquisito trabajo, así como la singularidad y los juegos de imágenes, interpretados por los actores y manipuladores, fascinan a todos. Las escenas tienen peces que nadan, un toro español con tonos flamencos, la torre Eiffel, el lomo y las ubres de una vaca holandesa o el castillo de Drácula. Desfilan el hombre invisible, Sherlock Holmes? Por encima de todo, es el encanto visual y sonoro del teatro negro con la relevante participación de la música que necesitan las situaciones, resaltadas también por sonidos, y los vuelos de los intérpretes. Las sencillas coreografías incluyen un vals en este puzle con sus piezas que encajan en mayor o menor medida. O un amplio número de ingredientes con escasa solidez argumental. Mayores y pequeños permanecen atentos a los colores de las jugadas, y nadie olvida lo presenciado durante 75 minutos. La frágil trama, en fin, es la excusa que da lugar a la singular actuación de los artistas checos. Las figuras aparecen y desaparecen en la cámara oscura, por el creativo arte del Teatro Negro de Praga, la célebre compañía que fundó Michal Kocourek. Se produce la creación del monstruo, y el final de la obra se precipita visiblemente.

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