Tras leer la colaboración del señor Esteban Vallejo en Tribuna, diario INFORMACIÓN del martes 13 de febrero, con el título tan sugerente como poco acertado Creencias suicidas, veo conveniente unas precisiones que, como nacen desde la reflexión, seguro que serán del agrado de su autor aunque no procedan de un «salvaje de la rentabilidad», denominación de su agrado.

Su exposición de A. Ellis sobre la irracionalidad o falsedad de nuestras creencias, y lo imperioso que es reconocer este hecho, para, entre otros objetivos, aliviar sufrimientos, entra en contradicción cuando, a continuación, niega la capacidad humana de conocer la realidad objetiva. Y los ejemplos que cita, bien como explicación de las aportaciones del autor bien como lo entiende el propio señor Vallejo, para mejor explicar las ideas irracionales, los prejuicios,… pervierten la idea principal de su tribuna.

Que su planteamiento inicial haya servido para: a) citar (¿o ensalzar?) a Ximo Puig (¡flaco favor, a mi parecer, le hace!) y b) para concluir, con un silogismos falaz, que quienes sí percibimos actitudes y datos discriminatorios para la provincia de Alicante es porque ni vemos la evidencia, ni la Historia, ni las Matemáticas, al estar aferrados a irracionalidades…, me parece tal disparate que, al menos, bien se merecen estas líneas. Y que el señor Vallejo haya equiparado las reivindicaciones de los ciudadanos y grupos de la provincia de Alicante con los nacionalismos redentores ya pasa de castaño oscuro, más aún en los momentos actuales.

Yo, de la provincia de Alicante, me veo perjudicado cuando, y solo a título de ejemplo:

1) Escucho en la apertura del año académico universitario algo así: «Apoyamos… a la Generalitat Valenciana... en su reclamación de un sistema de financiación más justo… Pero demandamos también un reparto más equilibrado de la financiación y de la inversión per cápita en el interior de la Comunidad… (pues) la provincia de Alicante no solo ha sido discriminada en inversiones en infraestructuras en los PGE… sino también en las inversiones de la Generalitat Valenciana… Hay datos incontrovertibles… la renta per cápita de los alicantinos es inferior a la de la Comunidad Valenciana en más de 2.000 euros, lo que, en sí mismo, justificaría una mayor inversión de la Generalitat… y tampoco es para nada seguro que los alicantinos recibamos servicios y estemos dotados de infraestructuras al mismo nivel que otros territorios de la Comunidad…»

2) Repaso la ponencia del señor presidente del Colegio de Economistas, presentada en el acto de presentación del Foro PROA: «Son datos… de los PGE y otros (del) estudio “Crisis y Recuperación de la Economía Alicantina”: a) el peso de las inversiones estatales en nuestra provincia, euro/habitante, es bastante inferior a la media de España en todos los años del periodo; b) la inversión del sector público estatal en la provincia de Alicante en 2017, sin considerar las inversiones de la Seguridad Social, es de 96,80€/habitante, siendo en la Comunidad Valenciana de 117,65€/ habitante (provincia de Valencia, 128,62€/habitante), y en el conjunto de España 182,5€/habitante); c) estas diferencias se mantienen al considerar la inversión total per cápita. Es, en consecuencia, difícilmente justificable niveles de inversión tan bajos como los asignados a nuestra provincia, más aun si vemos sus carencias en infraestructuras, el potencial de determinados proyectos pendientes y su peso en la aportación al PIB de España».

3) Leo en prensa la difícil situación económica en que se encontraba IFA y lo perentorio, pero complicado, que resultaba que la Generalitat saliera en su «rescate». Al final… asume cuarenta y cinco millones de euros, y treinta millones anteriormente (total setenta y cinco millones de euros), cuando resulta que de la institución ferial de Valencia asumirá cuatrocientos millones de euros, además de los otros cuatrocientos millones anteriores (total ochocientos millones de euros).

Y, muy a mi pesar, suma y sigue, pues lo mejor sería que no fuera así. Por ello que yo pida, pidamos, que se nos trate adecuadamente, sin olvidar, eso sí, la solidaridad, no solo lo considero conveniente sino necesario. Coincido en que «Alicante tiene el futuro en el bolsillo a poco que nos demos cuenta de nuestra propia fuerza», pero es del todo inaceptable que el señor Vallejo identifique nuestro pensamiento y modo de actuar (aquí hablo en plural) con el suicidio y el homicidio, aunque sea en sentido simbólico.

¡Al final va a resultar que quien cae en la irracionalidad y el prejuicio es quien pretendía erradicarlo!