Así reza el texto inscrito en el interior del descapotable Tesla Roadster que ahora mismo, mientras usted y yo perdemos el tiempo aquí en la Tierra, se encuentra viajando rumbo a Marte pilotado por un maniquí vestido de astronauta.

Todo ello gracias al impulso personal de Elon Musk, multimillonario excéntrico y audaz a partes iguales, que se ha propuesto llevarnos al planeta rojo y a fe que está implicado en el empeño. Lástima que no le haya dado también por hacer campeonar a un equipo de fútbol modesto. Por ejemplo, uno del sureste español. En concreto el nuestro. Con semejante patrimonio y tesón, a estas alturas ya estaríamos en «Champions».

El tal Musk no da puntada sin hilo y hay que reconocer que la frase en sí, es ya todo un acierto. «Made on earth by humans» tiene todos los visos para convertirse en uno de esos lemas de éxito que trasciende para los restos y que constituye el sueño de cualquier publicista que se precie. «La chispa de la vida», «¿Te gusta conducir?» o «Bienvenido a la república independiente de tu casa», son algunos ejemplos exitosos de lo que les cuento.

También en ocasiones, algunos clubes de fútbol han intentado asociar a su marca un lema que los identifique. «Més que un club» por ejemplo, figura orgullosamente escrito en las gradas del Nou Camp como prueba indeleble de que aquel comentario se ha asimilado como propio por la parroquia culé. Curiosamente, y quizá estimulado por él, su rival más íntimo, el Español de Barcelona, es el último caso exitoso que yo conozca de lema asociado a un equipo de fútbol. Basta visionar cualquiera de los spots de la campaña para comprender por qué «Maravillosa minoría» no solo ha servido para recuperar el orgullo herido de los pericos, sino que también ha supuesto un torpedo en la línea de flotación del trasatlántico azulgrana que, hasta ahora al menos, campeaba a sus anchas por la Catalunya Triumfant.

A veces me resulta un juego entretenido buscar un lema para nuestro Hércules. Así por ejemplo, «Abandonad toda esperanza» me viene a la mente algunos domingos por la noche; pero a poco que despunta el día, ya me resulta demasiado infernal. «La yenka se hace equipo» me parece mucho más apropiado. Si bucean en la historia de nuestro club, verán que encaja a la perfección con nuestra idiosincrasia. Aunque hoy por hoy, viendo el juego desplegado por los nuestros, no puedo evitar la tentación de hacer uso de aquel exitoso «¿A qué huelen las nubes?».

Pero tras batir un nuevo registro en la historia de fútbol, con el advenimiento de tres presidentes y tres entrenadores en una sola temporada, creo que no queda otra que decantarse por aquella máxima de Groucho Marx: «Estos son nuestros principios. Si no les gustan, tenemos otros». Eso sí, nos va a faltar grada para pintarlo.