Mientras que el ausente registrador de la propiedad y presente presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, le dice al pueblo español que si no quiere sorpresas en el futuro respecto de sus pensiones lo que debe hacer -además de seguir pagando a la Seguridad Social y votándole a él- es ahorrar hoy para no vivir mañana de la indigencia y la mendicidad; mientras el relator de la ONU, el egipcio Gehad Madi, pide al Gobierno español que se prohíba a los menores de 18 años asistir a las corridas de toros para defender sus derechos como menores indefensos (no me consta que el tal Madi haya trasladado también esa petición al Gobierno de Francia ni que haya solicitado del Gobierno de Egipto que prohíba que los menores egipcios mueran de hambre y de explotación laboral teniendo en cuenta que 7 millones de niños en Egipto menores de 17 años trabaja en condiciones muy duras mientras que Gehad Madi era embajador de Egipto en el Reino Unido y la India); mientras acabamos de conocer que varios directivos de la ONG Oxfam cuyo lema es «trabajar con otros para combatir la pobreza y el sufrimiento» hacían efectiva su divisa en Haití tras el terremoto erradicando la pobreza y el sufrimiento de sus gentes a base de organizar «orgías dignas de Calígula» contratando prostitutas, algunas menores de edad (¿hasta cuándo la ceguera con tantas y tantas ONG?); mientras la miembra del parlamento español, Irene Montero, hablaba virtualmente con sus portavozas y militantas sobre la urgente necesidad de cambiar el nombre de «Unidos Podemos» por el de «Unidas podemos», dado el carácter machista y patriarcal del primero frente a la invisibilidad y cosificación de las mujeres podemitas; mientras todo eso ocurría, nuestro querido expresidente por accidente, José Luis Rodríguez Zapatero, en vez de supervisar las nubes del firmamento como sugirió cuando abandonara la presidencia del Gobierno español, enviaba una carta a la oposición democrática venezolana para que se rindiera al chantaje del tirano Maduro y su sanguinario régimen aceptando el trágala de elecciones programadas por el dictador del chándal. Pasaba así Zapatero de supuesto e imparcial mediador, a seguro y parcial aliado de Nicolás (el grande, no el pequeño).

Siendo Venezuela el país con las mayores reservas de petróleo del mundo, en vez de ir creciendo y procurando a sus ciudadanos y ciudadanas, a sus portavoces y portavozas, una vida mejor, pierde en un lustro el 50% de su PIB, la inflación es del 13.000 %, y han emigrado a España más de 300.000 venezolanos y venezolanas al tiempo que Colombia se ve obligada a reforzar su frontera ante el drama del éxodo de venezolanos hacia tierras colombianas, y las solicitudes de asilo venezolanas en EEUU se multiplican por 37 desde 2013. Por si estas aterradoras cifras no dibujaran un panorama apocalíptico fruto del régimen filocomunista, populista y demagógico que instauró Chávez y que continúa su devoto sirviente Maduro el del chándal, baste indicar que el año pasado se produjeron en la plácida y feliz Venezuela 27.000 homicidios (57,1 por cada cien mil habitantes frente a los menos de 300 de España, 0,7 por cada cien mil habitantes). Y por si todo ello no produjera una conmoción en el cuerpo social, en la ciudadanía, de límites mayúsculos, recuerden que en el país sudamericano -ejemplo a seguir que pretenden vendernos los portavoces y portavozas podemitas y podemitos- escasean los productos de primera necesidad: alimentos, géneros de limpieza e higiene y, sobre todo, medicamentos básicos. Y mientras en los hospitales de la Venezuela de Maduro faltan todo tipo de recursos para tratar a los pacientes y la tasa de mortalidad de recién nacidos se ha disparado (algo que preocupa incluso a UNICEF), el régimen del chándal ha incrementado su presupuesto militar en un 158% justificando así que para la revolución bolivariana chavista-chandalista no importa la salud del pueblo, sino la salud ideológica, de ahí que no necesite médicos, medicinas ni hospitales, sino más armamento. Y por si alguna de ustedes dos, una vez acabada su labor de portavoza, no lo sabía, la dirigenta independentista catalana de la CUP, Anna Gabriel -sin su peluquero-, ha viajado a Venezuela para apoyar a Maduro y su chándal en la campaña electoral. Cuando vuelva Gabriel, Ana-Anna, si es que decide hacerlo dado lo que cuesta abandonar un paraíso como el venezolano de Nicolás el Grande, los catalanes que votan a la CUP podrían beneficiarse de las inmensas ventajas de una sociedad como la chavista implementándola en la propia Cataluña. No pierdan la esperanza.

En esas historias se ha metido Zapatero. Frente al criterio del mundo democrático, reclama a la oposición venezolana que se rinda al régimen del chándal y suscriba las elecciones de Maduro pese a que varios partidos políticos siguen vetados y muchos dirigentes de la oposición están encarcelados. Un inestimable oxígeno para Maduro, como editorializaba El País. Y lo hace ZP ahora, cuando Europa se plantea nuevas sanciones a los sátrapas dirigentes venezolanos (no a Venezuela, como equivocadamente denuncia Zapatero) y el Tribunal Penal Internacional anuncia una investigación sobre los abusos graves de su policía cometidos en Venezuela contra manifestantes y detenidos. Ramón Gómez de la Serna decía que el mejor destino que hay es el de supervisor de nubes, acostado en una hamaca mirando al cielo. No sé si Zapatero lo ha entendido bien, porque vale más una pequeña hamaca para ver al cielo que un gran farol pretendiendo iluminar el infierno.