Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Joaquín Rábago

Increíble insensibilidad

A la hora de abordar el tema de los refugiados, algunos políticos alemanes muestran una insensibilidad increíble, por no decir escandalosa, habida cuenta de la historia de este país.

Así, por ejemplo, en una reciente reunión de la CSU (Unión Cristianosocial bávara), uno de sus dirigentes, Manfred Weber, se refirió a este año como el de "la solución final del problema de los refugiados".

Weber, eurodiputado y vicepresidente del Partido Popular europeo, no puede ignorar las connotaciones que tienen las palabras elegidas: "solución final" es el plan del partido nacionalsocialista que condujo al holocausto del pueblo judío.

Insensibilidad de la que han dado muestras también algún político del país natal de Hitler como el ministro interior austriaco, Herbert Kickl, que propuso "concentrar" a los refugiados en un solo lugar.

¿Utilizó también tal palabra ese joven político del partido de la Libertad, perfectamente consciente también de su relación con los campos de concentración y de la muerte durante el Tercer Reich?

¿Qué decir por otro lado de la propuesta, esta vez de los partidos de la Gran Coalición alemana, es decir la CDU/CSU y los socialdemócratas, de concentrar, aunque no utilicen esa palabra, a los refugiados en campos especiales donde esperarían a que las autoridades respondiesen a su solicitud de asilo?

Como denuncia, entre otros, el semanario liberal Die Zeit, los tres partidos que negocian una nueva coalición de gobierno, parecen preferir una política de "concentración" masiva de los refugiados en unos pocos centros al alojamiento ofrecido por municipios y comunidades.

Quienes conocen la situación de esos refugiados, que proceden de países distintos, advierten de que la solución propuesta sólo puede agravar sus problemas de integración en Alemania.

Tanto policías como sacerdotes y activistas de derechos humanos que conocen lo que ocurre en los centros de ese tipo ya existentes en Baviera señalan que los refugiados no tienen prácticamente contacto con la población y les cuesta además recibir ayuda de psicólogos u otras personas.

Según un estudio del Instituto de Investigaciones Laborales, hasta un 45 por ciento de los refugiados que han encontrado trabajo lo consiguieron gracias al contacto personal con el empresario, algo muy difícil para quienes habitan esos centros masivos.

Y para esos refugiados, encontrar cuanto antes trabajo es fundamental dado que muchos de ellos tienen deudas pendientes con los traficantes de seres humanos o necesitan ayudar a las familias que dejaron atrás.

Cuánto más difícil les resulte la búsqueda de un empleo regular, más probabilidades habrá de que recurran a uno de tipo clandestino y mal pagado o de que terminen delinquiendo, lo que alimentará aún más la xenofobia de la población local.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats