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C.Pascual

Opinión

C. Pascual

De  Barrio Sésamo

Durante años, Barrio Sésamo enseñó a miles de personas la diferencia entre cerca y lejos, arriba y abajo... Dos décadas después de que TVE dejara de programar el mítico programa infantil, el día a día en el Ayuntamiento de Alicante demuestra la necesidad de que Coco, el recordado monstruo peludo de color azul, y compañía vuelvan a recuperar un hueco en la pantalla para seguir enseñando lecciones que, a priori, parecen básicas.

Los ejemplos son continuos. El último, por ahora, lo ha protagonizado Ciudadanos, nada extraño. Y es que el grupo encabezado por Yaneth Giraldo sigue buscando su hueco, en una oposición cada vez más nutrida, para salir de la irrelevancia en la que lleva instalado desde el inicio del mandato. Al principio, allá por mediados del año 2015, echaban mano de su «juventud» política para argumentar su falta de conocimiento de la vida municipal. Ahora, dos años y medio después, cuando los partidos ya empiezan a mirar a las elecciones locales previstas para mayo de 2019, la excusa ya no vale, ya no se compra.

Esta semana, cuando la corporación municipal arranca la maquinaria mediática de cara al pleno de la próxima semana, Cs ha anunciado que presentará una moción para crear una ordenanza de subvenciones. Hasta ahí, bien. Sin embargo, la nota que enviaron no se limitaba a informar de la iniciativa plenaria, sino que añadía que ésta «coincidía» con la «polémica desatada» por la ONG «Liga Española de la Educación y la Cultura Popular». Ciudadanos se refería así a dos contratos licitados en los pasados meses de junio y septiembre, que se adjudicaron en un proceso que pasó por la Mesa de Contratación (donde están representados todos los grupos municipales).

Es decir, para Cs una posible ordenanza sobre subvenciones guarda alguna relación (¿?) con la adjudicación de unos contratos. Vamos, el día y la noche. Esta, cuanto menos, confusa comparación llega poco después de que Giraldo, para sorpresa del resto de grupos, reclamara que el interventor municipal se hiciera cargo de la auditoría al servicio de limpieza que pretende promover el equipo de gobierno. Y así, una tras otra. Y es que Cs en Alicante, pese a tener a todos sus concejales con sueldo (al igual que el resto de grupos) y dos sueldos para asesores, no consigue coger el ritmo. Algo que tendrían que ver con preocupación porque aquí no está ni se espera a un Albert Rivera ni tampoco a una Inés Arrimadas. Ellos lo saben. Incluso lo admiten, pero siempre señalando al compañero de al lado.

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