Vaya por delante el reconocimiento de mi sólo moderada afición al fútbol y mi total rechazo del mercado internacional de jugadores, del puro negocio en que se ha convertido.
Ello sin duda condiciona mi apreciación del deporte que llaman "rey" y que me interesa más que nada como fenómeno sociológico.
Un fenómeno que permite que se hable más, por ejemplo, en los bares o en la calle de los goles de Messi o los fallos de Ronaldo que del futuro de los jóvenes o de la práctica congelación de las pensiones.
Y que la defraudación fiscal de clubes, futbolistas o sus representantes parezca no escandalizar muchas veces a nadie ni merecer el espacio que debería en los medios.
Reflexiono sobre todo eso tras leer un reportaje en el semanario alemán Der Spiegel en el que se habla del dinero que el FC Barcelona ha garantizado que cobrará Leo Messi mientras dure su contrato, que estará en vigor hasta junio de 2021.
Según las filtraciones de Football Leaks, que ha destapado ese y otros escándalos, su club le ha prometido al argentino unos ingresos brutos anuales de más de 106 millones de euros y que pueden llegar incluso a 122 millones, cantidad equivalente, por ejemplo, al presupuesto total de un equipo como el alemán Werder Bremen.
Dicen que Messi es un genio, aunque yo reservaría esa palabra para otro tipo de actividades: el pensamiento filosófico, la creación artística o la investigación científica; todo lo que nos hace progresar como humanidad.
Un buen jugador debe mostrar, eso sí, una extraordinaria habilidad con sus piernas, puntería en el disparo y un determinado talento para estar en el lugar justo y en el momento apropiado, lo que ciertamente no es poco.
Pero ¿justifica todo ello una suma que a algunos al menos nos parece indecente? Claro que está por medio la publicidad, el "merchandising", los derechos de imagen y todo eso que hace que un jugador famoso sea una máquina de ganar dinero.
Pero hay más en el caso de Messi, y es el hecho de que, no contentos al parecer con lo que ganan, ese jugador y su ambicioso padre, el primero que vio en él una mina de oro, engañaron al fisco del país en el que se han convertido en multimillonarios.
Entre 2007 y 2009, los Messi dejaron de pagar a Hacienda los 4,1 millones de euros que correspondían a sus ingresos de más de 10 millones por derechos de imagen del futbolista.
Y no es todo, pues según esas filtraciones, Hacienda investigó también lo ocurrido con otras sumas millonarias que el club transfirió posteriormente tanto a la cuenta del padre del jugador como a la fundación de Leo Messi.
Esta última se presenta como "una entidad sin fines de lucro abocada al desarrollo de acciones solidarias y de compromiso social con los niños de todo el mundo". Y ya se sabe que las donaciones a las fundaciones siempre desgravan, y mucho.
Las nuevas investigaciones causaron al parecer fuerte preocupación entre los directivos del club pues los funcionarios de la Agencia Tributaria sospechaban que el dinero transferido era parte del salario del jugador.
De ser ciertas las filtraciones de Football Leaks que publica Der Spiegel, el jugador y su padre y agente negociaron con el club una prima extraordinaria de 23,1 millones de euros para la siguiente temporada.
De ese total, explica el semanario, 9,6 millones debían servir supuestamente para pagar la deuda tributaria por los honorarios del padre como asesor, y otros trece millones para que el propio Leo Messi resolviera los problemas fiscales relacionados con su fundación.
Es decir que el club se hacía cargo de la deuda de Messi con Hacienda sin que, escribe la revista, nadie pareciera darle a ese hecho demasiada importancia salvo la encargada de la fiscalización y transparencia del club, Sabine Paquer.
A esta última se le explicó que el Barça no es una empresa que cotice en bolsa y que el préstamo inicial de 10 millones a Messi, cubierto luego por la prima extraordinaria, ayudarían a que el jugador, su mayor activo, no se les escapase.
En cualquier caso, aquella prima quedaría finalmente subsumida en el nuevo contrato multimillonario firmado con el futbolista. ¿Qué les parece?
