Cuando un 6 de enero de 1891 un nutrido grupo de ilicitanos encabezado por Juan Bautista Sala Maciá decide fundar la Agrupación Socialista de Elche, tras reunirse en el Molí del Real, propiedad de Pascual Román, quizás no eran conscientes plenamente de la repercusión que este acto fundacional tendría en el devenir sociopolítico de la ciudad en este último siglo. Dicha decisión, motivada por el creciente clima de inestabilidad social, es la respuesta que los obreros ilicitanos ofrecieron a la necesidad de organizarse, tanto políticamente como sindicalmente, para poder exigir a la patronal sus derechos laborales y sociales, dado que hasta ese momento sufrían una profunda e injusta desprotección social y jurídica.

El Elche de finales de siglo XIX se perfilaba como una ciudad pujante en la provincia, concretamente la cuarta, gracias al crecimiento demográfico que trajo consigo la industrialización de la ciudad, sustentada fundamentalmente en la industria de la alpargata y del calzado de piel, para convertirse en apenas unos pocos años ya en la tercera urbe en número de habitantes de la región.

Sin embargo, aquella apuesta por el desarrollo y la modernidad trajo consigo, al igual que sucedió en otras partes del país, un buen número de problemas que, en el caso de nuestra ciudad, se veían acrecentados por las especiales características que presentaba el trabajo en este sector industrial. La oferta de trabajo estaba marcada por la estacionalidad de la producción, por las jornadas laborales trabajadas a destajo y por la discriminación salarial que sufrían las mujeres, quienes habitualmente cobraban bastante menos que la mano de obra masculina por tareas similares. El resultado: obreros explotados que recibían jornales a menudo irrisorios y que poco a poco van tomando conciencia de su propia identidad como clase social emergente que precisa de una organización para poder defenderse.

El primer movimiento obrero que surge en la ciudad encaminado a defender a los trabajadores necesitados es el Círculo Obrero Ilicitano, fundado en mayo de 1885. Esta organización consiguió en pocos años tener más de 2.000 socios, siendo la entidad de estas características más importante de toda la provincia. De este modo, llegó a ofrecer a sus socios incluso servicios médicos, así como culturales y educativos, destacando las escuelas nocturnas destinadas a los obreros.

Sin duda, el movimiento socialista ilicitano encontró en el Círculo Obrero Ilicitano el caldo de cultivo necesario para que seis años más tarde pudiera nacer, un día de Reyes, la Agrupación Socialista de Elche. Muchos de ellos tomaron la decisión de dar un paso adelante tras la visita que Pablo Iglesias, fundador del PSOE, había realizado a la ciudad meses antes, y quien, tras visitar numerosos pueblos y ciudades, estaba cimentando un proyecto naciente que, como ha demostrado nuestra historia reciente, ha sido decisivo en la consecución de derechos laborales y conquistas sociales en España.

La Agrupación Socialista de Elche pronto se convirtió en una de las más importantes de España. Baste decir que en 1907 de los 323 miembros afiliados con los que contaba el PSOE en la región, 136 pertenecían a la agrupación ilicitana. Nombres como José Vives, Juan Bautista Sala, Pascual Román, Germán Penalva, Antonio Serrano, Juan Hernández Rizo, Miguel Bordonado, Marcial Torres o Antonio Cañizares, entre otros, destacan en aquellos primeros años y hoy son motivo de orgullo en la historia de nuestra agrupación.

Gracias a su trabajo, al de todos los compañeros y compañeras que emprendieron aquel difícil camino, en ocasiones tortuoso y complejo, hoy podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que contribuyeron de un modo importante no sólo a mejorar las condiciones de vida de los obreros coetáneos, sino a sentar las bases de muchos de los derechos y la protección social de la que hoy disfrutamos.

En este día de recuerdo y de celebración, manifestamos nuestro legítimo orgullo por el trabajo realizado por quienes han sido nuestros alcaldes, Pascual Román Antón, Manuel Rodríguez Martínez, Juan Hernández Rizo, Francisco García Alberola en la II República y, tras la cruel dictadura, Ramón Pastor Castell, Manuel Rodríguez Maciá, Diego Maciá Antón y Alejandro Soler Mur, así como todos los hombres y mujeres que formaron parte de sus respectivos gobiernos como concejales del PSOE. Todos ellos y ellas han sido la cara visible en el Ayuntamiento de una Agrupación Socialista viva, dinámica, plural y siempre comprometida con el progreso y el bienestar de la ciudad y de los ilicitanos e ilicitanas.

Hoy, 127 años después de aquel día de Reyes en el que se fundó la Agrupación Socialista de Elche, pese a los intensos cambios experimentados a todos los niveles, el sentido último de nuestra acción política sigue siendo el mismo, transformar la sociedad y favorecer el desarrollo de nuestros valores, la libertad, la igualdad, la solidaridad, justicia social y bienestar en Elche.

Ahora, pensando en presente y en futuro inmediato, los socialistas de Elche tenemos el reto de consolidar nuestro proyecto político en los primeros compases del siglo XXI haciendo una Agrupación más abierta a la ciudad, más participativa y transparente, profundamente democrática, con capacidad de innovación, cercana a los nuevos movimientos sociales, en sintonía con los sindicatos, feminista y con complicidad con los jóvenes. Y, como siempre ha sido, situando en el epicentro de nuestro trabajo y de nuestros debates el objetivo de hacer una ciudad mejor, una ciudad moderna y cohesionada, pero ante todo una ciudad humana, en la que las personas, su calidad de vida, su dignidad, su prosperidad y su felicidad sean lo realmente importante.