Hay que reconocer que el breve mandato del PP en el Ayuntamiento de Elx ha creado escuela en el tema de privatizaciones. En poco más de la mitad de la actual legislatura, llama la atención el ritmo que el actual equipo de Gobierno ha impuesto en el tema. Parece que se confía poco en lo público, o tal vez sea la forma de quitarse problemas inmediatos de encima y que la gestión la hagan otros.

Que el PP, entre otras actuaciones, privatizara un huerto para que se instalara un parque multiaventura; o un espacio deportivo, junto al también privatizado Hospital del Vinalopó, para ubicar un gimnasio y pistas de golf privadas o, lo peor de lo peor, acabara con el Mercado Central para que una empresa privada lo cambie por un centro comercial, entra dentro de unos habituales planteamientos conservadores perjudiciales al interés público. Mucho más discutible son estos comportamientos en el actual Ayuntamiento, máxime cuando gran parte de aquellas «concesiones», fueron criticadas por los ahora responsables municipales.

El cambio de Gobierno en el Ayuntamiento prometía otra forma de hacer las cosas. Incluso el PSOE basó gran parte de su campaña en aquello de «Paralizaremos el actual contrato del Mercado Central, impulsando su rehabilitación integral?». La realidad es, justo, la contraria: «Paralizaremos su rehabilitación integral, impulsando el actual contrato?»

Si el tema del Mercado Central es el peor ejemplo de promesas incumplidas, el de las privatizaciones también llama mucho la atención en ésta época. Lo que ha pasado con el Instituto Tecnológico de la Palmera es difícil de explicar. La forma en que se ha hecho ésa adjudicación a una empresa privada, recién constituida, es sorprendente y máxime en un área gestionada por Compromís. También se anuncia un concurso para privatizar la gestión del Albergue Juvenil de Altabix, otro de los edificios públicos construidos hace años y «olvidados por ahí». ¿Por qué no se ha planteado la gestión pública en ambos casos?.

Asimismo, y con motivo de la próxima licitación de la contrata de limpieza, el diario INFORMACIÓN del 7-9-17, publicaba que, por parte del equipo de Gobierno se pensaba incluir, en la próxima contrata, que ésta se hiciera cargo de la limpieza de Parques y Jardines así como de la ladera del río, y que eso no se había incluido nunca en dicha contrata.

Efectivamente, porque eso siempre lo ha hecho la brigada municipal, y con ésa propuesta lo que se hace es privatizar dichas tareas, que ahora hace personal municipal.

Por otra parte, hace unos días se anunciaba, por el concejal de Deportes, que en la zona del antiguo Polideportivo Kelme, se iban a construir tres pistas de fútbol nuevas y que dichas instalaciones se sacarían a concurso, para que las gestionen clubes de la ciudad a cambio de un canon.

Se alega la falta de instalaciones, la gran demanda y una serie de condicionantes como son la sostenibilidad de las mismas y el empleo para personas con discapacidad funcional, objetivos muy loables pero que perfectamente pueden conseguirse siendo públicas las instalaciones y la gestión de las mismas.

Dicho concejal también anunciaba un proyecto para un pabellón de deporte adaptado en el solar de J'Hayton, en la avenida de Novelda, y que el Ayuntamiento ya había iniciado la tramitación del correspondiente proyecto. Sin duda que puede ser interesante. Llama la atención, en todo caso, que sea en dicho solar. Hay que recordar que en la legislatura de 2007-2011 se proyectó allí construir un Auditorio, que con capacidad de 1.200 plazas, aparcamiento para 500 vehículos y locales sociales en los bajos del mismo, iba a convertirse en una muestra de descentralización cultural en la ciudad y en un punto de referencia necesario para un barrio tan populoso y necesitado de grandes dotaciones municipales como es Carrús.

Se convocó un concurso de ideas, con gran participación de arquitectos, y se dio a conocer el proyecto ganador denominado «Umbrella». La falta de fondos y la cercanía de las elecciones dejaron pendiente el mismo. Tal vez si el Ayuntamiento hubiera negociado con el Consell actual alguna actuación emblemática y necesaria a la ciudad, ésta habría podido estar entre las candidatas. Así asistimos a lo de siempre: desvestimos un santo (Auditorio) para vestir a otro (Pabellón Deportes) y si te he visto, no me acuerdo.

Un Ayuntamiento como el nuestro debería ser más beligerante en la defensa de lo público. Tiene más capacidad y medios que nunca para poder gestionar bien sus recursos.