Os escribo esta carta en nombre de muchos alicantinos para los que el deporte es nuestra afición y pasión. Aunque la lista de deseos os parezca larga, nos conformamos con que nos concedáis algunos de ellos:

Nos gustaría que los equipos y deportistas de nuestra ciudad puedan entrenar dignamente en instalaciones que no se encuentren en estado defectuoso.

Nos gustaría poder contar con más instalaciones ya que contamos actualmente en nuestra ciudad con muy pocas.

Nos gustaría que, durante el invierno, en las duchas de los vestuarios salga agua caliente para todos.

Nos gustaría que todos los colegios estén perfectamente dotados de material deportivo de tal forma que todos los niños que lo deseen puedan tomar parte en todas las competiciones de los Juegos Escolares.

Nos gustaría que nos ayudéis a reducir la obesidad infantil y también el sedentarismo entre los adultos con la práctica deportiva.

Nos gustaría que las empresas privadas de la ciudad apoyen a nuestros equipos en materia de patrocinio deportivo.

Nos gustaría tener eventos deportivos en nuestra ciudad con el suficiente arraigo e interés como para que puedan ser un referente provincial y nacional.

Nos gustaría que nuestros conciudadanos no se enfaden porque un domingo algunas calles de Alicante se encuentren cerradas al tráfico por el desarrollo de actividades deportivas.

Nos gustaría que los papás de los niños que practican deporte no ejerzan como entrenadores.

Nos gustaría recibir visitantes tanto nacionales como extranjeros para practicar sus deportes favoritos.

Para los que corremos por los parques y vías de la ciudad, nos gustaría tener algunas zonas señalizadas y marcadas como en muchas otras ciudades tienen, y, ya por pedir, algunas fuentes de agua potable.

En definitiva, nos gustaría dejar de estar a la cola de las ciudades de España en inversión deportiva y que nuestros dirigentes deportivos gestionen con absoluta vocación y dedicación el DEPORTE en nuestra ciudad.

Y para terminar queridos Reyes Magos, sabéis de sobra que llevamos mucho tiempo recibiendo carbón y consideramos que ya nos toca cambiar porque nos lo merecemos.