¡Sí, amiguitos; Sijena es el camino!. No es que se haya abierto la veda; es que el Monasterio de Santa María de Sijena ha marcado el camino a seguir para conseguir el objetivo. ¡Al «ataquer»; que son pocos y mal alimentados!. Uno, que está hasta más arriba del gorro de mostrar una más que galopante/inquietante resignación franciscana, considera que ¡ya está bien!. Y, en un alarde de desinterés por aparecer como actor de reparto en la peli -¡el protagonismo lo dejo para que los políticos se apunten el tanto y salgan en la «afoto»!-, entiendo que los oriolanos, como hicieran con otros «asunticos» largamente reivindicados -incluso con movilizaciones donde fuese necesario ser escuchados-, como el hospital, la universidad o el saneamiento/encauzamiento del río Segura, deberían tomar conciencia para exigir que se les devuelva lo que es suyo, para lo que necesitan ponerse en marcha y -¡una vez más!- recorrer un camino que será largo y nada fácil, pero que, al final, dará su fruto, porque la razón les asiste. ¡Lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible!, que dijo Rafael «El Gallo», el torero. No puede ser que para unos -los catalanes, que se creen el ombligo del mundo y con derecho a todo- si se pueda y para otros -los demás, a los que se nos quiere presentar como pedigüeños y sin derecho a nada- no.

Ellos, los catalanes, pusieron el grito en el cielo reivindicando la devolución de los llamados «papeles de Salamanca», que se «custodiaban» en el Archivo General de la Guerra Civil, sito en la capital castellana. ¡Y, después de mucho pataleo, los consiguieron!. La reivindicación de estos papeles casi se convirtió en una cuestión de Estado, en la que se vieron involucrados los gobiernos de José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, quien desbloqueó «el prosés» para devolver la documentación incautada, a finales de enero de 1939, por el bando franquista en instituciones públicas, partidos políticos, organizaciones sindicales, asociaciones culturales y domicilios particulares y que se utilizaron para sustentar las pruebas para perseguir a quienes habían apoyado al bando republicano. ¡Qué cosas!. Cuando el Constitucional se mostró favorable a la devolución de «los papales» a Cataluña, en enero de 2013, la Junta de Castilla-León calificó de «expolio» el traslado de la documentación. ¿Os suena?. ¡Ahora es lo mismo, pero al revés, y se habla de «expolio» al pueblo catalán, en base al artículo 155 de la Constitución!. ¡Es lo de «lo mío es mío y lo tuyo también»!. Yo arramblo con todo lo que puedo, por si acaso, y ya veremos lo que pasa, porque, como, dice «el acudit» (chiste, en español) del marido «pillao» por su esposa con otra mujer en la cama, «esto, María, no es lo que parece; te lo prometo. Yo estaba en casa y esta señora, que casualmente pasaba por aquí, tenía frío, por lo que me ofrecí a darle calor y acompañarla en su pena, porque acaba de perder a un familiar!.

La tortilla se ha «dao» la vuelta y ahora son los catalanes los que han tenido que «bajarse los pololos», reconocer que «metieron la pata», que se apropiaron de lo que no era suyo y, consecuentemente, han tenido que devolver un montón de obras de arte al convento de Sijena, en Huesca, aunque los «cachondos» independentistas montaron un pollo de María Santísima para que las obras no salieran de Lleida, mientras que consienten que su autoproclamado President, Carles Puigdemont, que es de Girona, esté fuera de «su jurisdicción», sin que nadie rechiste; o sea, que está «fugao», aunque Iceta (PSC) dice que indultaría a «los golpistas». ¡Coño, Miquel!, ¿se indultó a Tejero, Armada o Milans del Bosch?. Los catalanistas, que están «puigdemonizados», no promueven «manifas» para exigir que el «pavo» vuelva a «su cortijo/corral» en Navidad, como el turrón; ¡y eso que les ha «dejao» más tiraos que una colilla en la calle Mayor!. ¿Será que no lo consideran una obra de arte importante, como las de Sijena, ni una especie en peligro de extinción, como el «cangrejo pakistaní», la «angula de Guardamar» o la «malvasía cabeciblanca» de El Hondo?. ¡Será posible!. ¡Un poco de comprensión para con un necesitado y pobre hombre, como « Puchi»!. ¡Dicen que amenaza con volver para convertirse en mártir!. ¿De qué nos quieren dar lecciones?.

¡Volvamos a lo del camino que ha marcado Sijena!. El oriolano debería montar la de Dios es Cristo -nada a nivel institucional, porque se ha demostrado que eso no lleva a nada, como quedó patente con las gestiones que, en su día, hicieran, entre otros, Guillén y Culiáñes, ex alcalde y ex concejal, respectivamente- para, incluso poniendo las «cacharras» sobre la mesa, si hiciera falta, reclamar que se devuelva el «Llibre dels Repartiments», que, como tantas otras obras de nuestro patrimonio, fue «robado» sin que nadie haya hecho nada durante años para rescatar el testimonio escrito que «certifica» parte de la historia de Orihuela y la Vega, puesto que es el documento original del reparto de tierras en la comarca, realizado tras «la reconquista» cristiana en 1243; ¡ni más ni menos!. Joaninasi, ¿tú puedes hacer algo?. ¡Anda, habla con Arrimadas, porfi!. Los del Cantón Independiente de la Vega Baja ya están trabajando en ello. ¡Sijena es el camino a seguir; y lo sabéis!.