Con pocos días de diferencia han coincidido dos noticias importantes con respecto, por un lado, al célebre retorno de la Dama de Elx y, por otro, en referencia al pueblo íbero que habitó entre nosotros y que, entre otras cosas, dio nombre a nuestra Península.

Este lunes se ha inaugurado, por parte del Rey Felipe VI en Jaén, el Museo Íbero, en un edificio inicialmente proyectado por Rafael Moneo, con una inversión de 27 millones de euros, aportados por la Junta de Andalucía y fondos europeos. Supondrá 11.152 m2 de espacio destinados a dar a conocer dicha cultura, tan ligada por otra parte a nuestra ciudad. Sólo la colección permanente ocupará 2.500 m2. Y está previsto que albergue 3.500 piezas, casi la mitad inéditas. Recordemos que Jaén tiene 114.658 habitantes.

Con este nuevo museo, Jaén, zona con un importante legado ibérico, aspira a convertirse en referencia mundial sobre este pueblo. Es el primer museo, en España, dedicado únicamente al mundo íbero, tan importante y tan desconocido al mismo tiempo. El listado de piezas que se van a exponer es espectacular, y la previsión de actividades que está previsto desarrollar en unos espacios tan generosos y adecuados es muy atractiva.

Mientras Jaén inaugura su museo, Elx sigue reclamando a su Dama. Se la reclama con insistencia, con mucha insistencia. Más, incluso, que para otro tipo de actuaciones muy necesarias a la ciudad. Todos los partidos compiten por ver quién reclama más a la Dama y, sin embargo, le cuesta volver a su ciudad. Depende de quién mande en Madrid, las excusas las da uno u otro. Se reciben buenas palabras, se argumentan razones de todo tipo a favor y en contra y pasa el tiempo. Sin duda que disponer de unas instalaciones, como las que se acaban de inaugurar en Jaén, reforzarían nuestra petición y permitirían enmarcar la nueva estancia de la Dama, sea temporal o, mejor, definitiva, en un marco más adecuado y completo en el tiempo y espacio para sus fines expositivos y didácticos. No tenemos ni una cosa ni otra.

Y no será por falta de promesas: en 1997, siendo Francisco Camps conseller de Cultura, en visita a nuestra ciudad, prometió que lucharía por conseguir que Elx tuviera un Museo Nacional de Arte Ibérico, al igual que Mérida lo tenía de Romano. «Res de res». A Elx, como casi siempre, se le reserva para las promesas.

Recientemente, la Conselleria de Cultura, a través de la Directora General de Cultura y Patrimonio (la misma de la que dependen las catas del Mercado Central, y que nos coja confesados), anunciaba el pleno apoyo a Elx en su reivindicación del traslado de la Dama e, incluso, pondría técnicos para ayudar en ese objetivo, así como para que nuestra ciudad fuera subsede del Museo Arqueológico Nacional, previa transformación del MAHE.

O sea, que pasamos de promesa a promesa y tiro porque me toca. Hace 20 años de la promesa de Camps, que luego fue president de la Generalitat, hasta que tuvo que dimitir por lo que tuvo que dimitir, y si te he visto no me acuerdo. Nos quedamos sin Museo Ibérico y ya veremos si lo de la subsede de ahora se transforma en algo.

Y en Madrid, por un lado, le dicen al alcalde que van a estudiar el tema. Incluso éste a su vuelta el pasado 8 de noviembre declaró «que se había dado un paso adelante que nos sitúa más cerca de la cesión temporal de la Dama», tras su reunión en el Ministerio y con la asistencia de la propia directora general de Cultura. Recordemos que en marzo de este año, por no hacer muy larga la lista de promesas, tras otra reunión en el Ministerio, el alcalde declaraba que «se abría un proceso de reflexión conjunto para trabajar en una cesión estable de la Dama».

Pero, el 1 de diciembre actual, se publicaba una respuesta del Gobierno central a una pregunta de un senador de Compromís que planteó: ¿En qué fecha piensa el Gobierno devolver la Dama de Elche a los ilicitanos? Y se encontró con que la respuesta era que «el Gobierno no piensa cederla, ni temporal ni permanentemente, por razones históricas». Ahí queda eso. ¿ Es una ceremonia de la confusión o una tomadura de pelo a los ilicitanos? ¿Con qué versión nos quedamos en Elx? ¿ Con la que dice el alcalde que le dan en el Ministerio en sus entrevistas o con la respuesta oficial del Gobierno en el Senado? Seguramente nos tocará seguir esperando a ver qué versión se ajusta más a la realidad.

Pero, tal y como han hecho en Jaén, mientras se reclama en Madrid, aquí también hay que hacer cosas y, para ello, la ayuda moral, pero especialmente financiera, de la Generalitat nos ayudaría mucho. A ver si, en esto, toman ejemplo de la Junta de Andalucía.