Atención, la Navidad se ha suspendido. Por favor, quiten los adornos del árbol, devuelvan los regalos... Gabriel Echávarri es? (redoble de tambores) ¡el Grinch!. Cual tráiler de película, o novela de ciencia ficción. Gruñón y antifestivo donde los haya. Así me sentí paseando por mi ciudad, Alicante. Desde que Cortilandia se diera por inaugurado (siempre son los primeros) uno piensa que pasados unos días, y sobre todo en uno de los puentes más importantes del año, estará todo adornado y preparado como requiere la ocasión y las fechas para recibir a vecinos y foráneos, pero la realidad es que caminas por la ciudad, empiezas a fijarte y piensas? ¿Pero es Navidad o estamos en Carnaval? Porque las únicas calles que están adornadas se limitan a dos: la Rambla y Alfonso el Sabio. Alicante se ha convertido en Villaquien.Para los que no conocen la novela «¡Cómo el Grinch robó la Navidad!», creada por el Dr. Seuss en 1957, que se popularizó en el año 2000 por la película «El Grinch», cuyo papel principal interpretaba Jim Carrey. Y Villaquien es un pueblo donde habita un personaje que quiere acabar con la Navidad y la felicidad de sus vecinos llamado el Grinch. Entonces yo me pregunto: ¿Será que el espíritu del Grinch ha poseído a nuestro alcalde? ¿O será porque vive en una colina fuera de la ciudad, como él? Tristeza da ver cómo tu ciudad se queda a la cola para atraer al turismo de invierno. Recuerdo que me enseñaron un cartel de los años 70 del aeropuerto que rezaba: «Alicante, estación de Invierno». Dudo que aquel espíritu de atraer turistas esté en la mente de nuestro particular Grinch.

Calles sin adornar, todo el centro tradicional (donde se concentra nuestro pequeño comercio) sin luces ni adornos en un puente tan señalado. Da tristeza pasear por sus calles, pero él dirá que el área de Comercio ya no es responsabilidad suya, para escurrir el bulto, como nos tiene acostumbrados cuando surge algún problema. «Gabriel Grinch» nos ha negado la decoración en los árboles del eje Soto, Gadea, Marvá? Recuerdo todos esos árboles con guirnaldas que te transportaban directamente a la Navidad, como los adornos de las palmeras de la Plaza de los Luceros. Nos quita también la pista de hielo del Ayuntamiento... ¡¡¡ahh!!! No, perdón, que sí que está? Es que pensaba que era el October Fest o la carpa para un macrobotellón, que a eso invita a pensar lo que han instalado en la plaza: una carpa que tapa toda la plaza, con lo que se ahorran las luces que adornaban las arcadas de la Plaza Consistorial? Penoso y de mal gusto. No tenemos tampoco las flores de Pascua delante del Teatro Principal, ni las macetas del casco antiguo, ni los adornos de la avenida Óscar Esplá? o el histórico adorno que ejecutaban los bomberos del árbol frente a la Plaza de Toros. En fin, que en vez de en Alicante me siento en Villaquien, con un malvado Grinch al que poco le importa que la ciudad no esté adornada en Navidad.

Lo peor es que nuestro fuerte es el Turismo, pero parece que esta vez otras ciudades nos han ganado la batalla. Y bien ganada. Como Murcia, con su árbol gigante en la Plaza Circular. O Sevilla, con su espectáculo de luces en forma de bolas de árbol gigantes. O Málaga, con el tradicional encendido de la calle Larios. En fin, que en Alicante estamos en Navidad por la alegría de la gente, por el espíritu que tiene esta ciudad de reponerse a todo, pero desde luego no porque este Ayuntamiento quiera que estemos en ella.

Me encantaría que no nos tuviéramos que ir a otras ciudades para disfrutar del espíritu navideño, pero este año me temo que sí, porque el Grinch ha dicho que no se va? y que la ciudad está gestionada muy bien con los 6 Fantásticos? A la vista está que todo está gestionado mal, rápido y como para cubrir el expediente, ajeno al cariño que debe transmitir la gestión de una ciudad. ¿Para cuando la Explanada adornada de Navidad?

Esperemos que el Grinch recapacite y, como dice el refrán, «Año nuevo, vida nueva». Eso sí, fuera del Consistorio, por favor.