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La andanada

Con acento americano y solidario

La América taurina toma el relevo a la temporada europea. El vertiginoso calendario a este lado del atlántico, cerrado prácticamente en octubre con la festividad del Pilar, ve variar su acento en los muchos cosos que salpican la geografía del continente andino. El más antiguo de todos se sitúa en Lima, cuyo coso cuenta ya con doscientos cincuenta y un años de biografía esplendorosa. La plaza de Acho, como es conocida, ubicada al pie del cerro de San Cristóbal, viene luchando durante los últimos años, como en el resto del orbe taurino, por continuar con una historia más que esplendorosa. Noviembre es el mes de toros en la capital peruana y este año ha contado con una feria de cinco festejos mayores y una novillada.

Ya comentamos desde estas líneas la reaparición de José Mari Manzanares anunciada en tan singular localización. Anduvo entonado el torero alicantino con el astado de su reaparición, mientras que poco pudo brillar con el otro, inconstante y deslucido. Con los animales de sus apoderados, los Matilla, se demostró que una de las asignaturas pendientes de empresarios y matadores para Lima es la presentación del ganado, la mitad de cuyos hierros lidiados eran españoles. A pesar de este asunto, dos toreros locales marcaron la feria, que se desarrolló durante los domingos sucesivos desde el 29 de octubre hasta el pasado 3 de diciembre. La tarde del 5 de noviembre Joaquín Galdós cuajó una faena rotunda al sexto toro de Daniel Ruiz, ante el que mostró unas formas contundentes, muy templadas y, por momentos, de muchos quilates. El pasado domingo fue el turno de Roca Rey, que le cortó también las dos orejas a un astado de García Jiménez con una faena marca de la casa, pasándose al toro por todos lados, con la diestra y con la zocata, por la barriga y por la espalda, con especial intensidad en el lanceo de capote por verónicas y gaoneras, y en el comienzo de rodillas con la franela. Joaquín se reveló con toreo de cuajo, compás y cintura rota, mientras que Andrés se confirmó en una faena de torero en figura, con mando en plaza. Los dos muy templados y acertados con el estoque. El Escapulario de Oro, trofeo ansiado por todos los coletudos, fue a parar a manos de Roca Rey. No agradó la concesión a todo el mundo. Y es que, ya se sabe, en todas partes cuecen habas...

La siguiente gran cita americana tendrá lugar el próximo día doce, y será el coso de Insurgentes de la capital mexicana el que acoja un magno acontecimiento para recaudar fondos en favor de los damnificados por los recientes terremotos sufridos en el país azteca. Ese martes, día de la Virgen de Guadalupe, supondrá la vuelta a los ruedos de José Tomás otra vez en un país que considera como propio y cuyos ruedos ha regado en varias ocasiones con su sangre. También trenzará el paseíllo José María Manzanares, muy querido también por los mexicanos, y que se ofreció desde el principio para tan importante ocasión. Otra vez Alicante en boca de todos gracias a un torero. El Juli y Pablo Hermoso de Mendoza, dos ídolos de la afición, completan la presencia española, mientras que Joselito Adame, El Payo, Se rgio Flores y Luis David Adame actuarán a favor de sus compatriotas. Los toros lucirán los hierros de La Joya, Jaral de Peñas, Montecristo, Xajay, Santa María de Xalpa, Fernando de la Mora, Villar del Águila y Villa Carmela. Con este festejo viene a demostrarse, una vez más, que pocos espectáculos y colectivos se muestran más solidarios que los taurinos.

Y para concluir, volviendo a tierras patrias, dos noticias nos ofrecen positivos matices. Por un lado, la decisión del Tribunal Constitucional de suspender de manera cautelar la Ley Balear que pretendía regular los festejos taurinos en esa comunidad autónoma de una manera surrealista e inconcebible, fruto de la ofensiva legislativa por la que los animalistas, ante la incapacidad de desarraigar las tauromaquias diversas del acervo cultural de los pueblos, tratan de deturparlos y desvirtuarlos a través de la vía administrativa y legislativa. Por otro lado, y ya con acento local, el ayuntamiento ha aprobado un presupuesto de sesenta mil euros para obras de acondicionamiento de nuestra plaza de toros, un recinto de todos los alicantinos que, recordemos, no solo alberga espectáculos taurinos, sino muchos otros que merecen que las instalaciones se encuentren siempre en perfecto estado. Buena noticia para todos.

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