Los hubo y los hay en Oriente y en Occidente. Egipto, India o Japón por un lado, y los de la antigua Grecia y Roma, que los expandió por el resto de Europa, por otra parte. Títeres de hilos y varilla, marionetas, teatro de sombras o muñecos articulados de carácter religioso. Una tradición popular y cultural desde tiempos antiquísimos. Y el milagro de un Festival Internacional de Títeres en Alicante, Festitíteres, que cumple su 30 aniversario con compañías de Cataluña, Madrid, Murcia, Aragón, Andalucía, Uruguay, Holanda, Brasil, Argentina, Suiza o Bélgica. Los alicantinos de Pampol y de Más Chula que un 8 presentaron Animalia, Yo también soy Peter Pan e Historias de la abuela ciruela. El primer grupo acoge actores, marionetas, música, canciones y diversión. Los intérpretes no llegan, y los títeres, a su aire, realizan la función con la ayuda de los tramoyistas. En el otro montaje de este colectivo se asiste a la vieja casa de la abuela, que se vende y donde anidan aún los felices recuerdos de la infancia de tres hermanos adultos con ganas de juego. La tercera obra propone una aventura para encontrar al Gran Mago, en busca de la buena suerte. Danzas, máscaras, objetos, manos desnudas y ojos de madera, mimo, teatro visual, títeres de guante, microtíteres y otros recursos teatrales. O risas, ternura y temáticas como las guerras, el mundo de los sueños... Todo para toda la familia, pero también una labor dirigida a los mayores con el aragonés Javier Aranda y Parias, cuyo asunto, el de la degradación del ser humano, despierta unas íntimas y emotivas relaciones entre el titiritero y sus muñecos. En el apartado de actividades paralelas se puede ver, hasta el día 30, la interesante exposición Pendientes de un hilo en la sala de la Lonja del Pescado. Una colección de marionetas de diferentes culturas, propiedad del Centro de Títeres de Alicante, con personajes exóticos que muestran la universalidad y riqueza de esta mágica forma de hacer teatro, además de carteles, fotos y documentos. El domingo caerá el telón de Festitíteres tras diez sugerentes días al aire libre, en el Arniches, Las Cigarreras y otros espacios pedagógicos.
