Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Marc Llorente

Teatro

Marc Llorente

La mística de un brujo

Se basa en un libro espiritual publicado por vez primera en 1946, que se titula como el espectáculo de Rafael Álvarez «El Brujo». Es el relato del autor Paramahansa Yogananda, nacido en 1893 en la India, y de su propia existencia relacionada con la ciencia milenaria del kriya yoga, una de las manifestaciones yóguicas que fomentan el crecimiento interior y, por tanto, la evolución espiritual de los individuos. El desarrollo de nuestras facultades mentales y anímicas. Es decir, el pensamiento, la voluntad, la moral y la búsqueda de la felicidad verdadera, un estado equilibrado de conciencia en armonía con el infinito. Al espectador y a los lectores ajenos a estas cuestiones, aunque en el fondo no lo sean, les resultará extraño. Por eso, El Brujo agradece la concurrida presencia, de forma especial, y que el público contribuya a sostener su trabajo durante más de dos horas. Ya se encarga el comediante de divertir, además, y de divertirse al mismo tiempo. Y algo más con esta Autobiografía de un yogui. Transmite encanto, magia, luz, amor y sabiduría a partir de un hombre, el padre del yoga en Occidente, que buscó el auténtico objetivo de la vida y difundirlo a las personas con la práctica y la filosofía de sus enseñanzas espirituales. La historia se estira demasiado, va más allá de lo esencial, y los minutos pesan en el ánimo de los fieles de El Brujo. Pero la experiencia de la comunicación y la complicidad siguen vivas. Y el ingenioso hidalgo y carismático caballero de la palabra y de la interpretación continúa siendo el mismo. Haga El lazarillo de Tormes, La Odisea o esto último es un prestidigitador que vuelve a hechizar, que siempre recurre a las anécdotas personales o a alguna alusión política. La mística atmósfera hindú, con la ayuda del músico Javier Alejano, alienta las reflexiones del libro de Yogananda. La materia es energía y la energía es la luz. La inmortalidad y la realidad como vehículo para superarse en el gran teatro del mundo, de la vida, que es sueño, según Calderón, recordado por El Brujo. O «el mundo entero es un teatro», a juicio de Shakespeare. Una escenografía con hombres y mujeres. Los comediantes que deben seguir pagando la hipoteca.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats