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¿Cuarto poder?

La paga extra de Navidad

Convertido de facto en el portavoz de la Generalitat para el espinoso asunto de las ayudas a los clubes de fútbol, el director del IVF Manuel Illueca se siente más fuerte que nunca en sus difíciles relaciones con el Hércules y el Elche. Sobre todo desde que ha encauzado una posible solución para la compra del club franjiverde, al que el hecho de ser propietario del estadio Martínez Valero -con su edificabilidad correspondiente- le convierte en una pieza mucho más apetecible que la entidad blanquiazul para potenciales inversores.

En su legítima aspiración a ser algún día conseller de Economía, no quiere Illueca que el «monstruo populista» del fútbol devore al actual Consell del Botànic como le sucedió a Bankia cuando el entonces expresidente del Valencia Amadeo Salvo agitó los resortes del valencianismo popular contra la entidad crediticia, que acabó devorada en la calle por su supuesta falta de compromiso con el club che.

De modo que el director del IVF, en nombre de la Generalitat y para alivio del presidente Ximo Puig, multiplica su presencia pública y su capacidad de respuesta por todas las plataformas posibles: lo mismo a través de Twitter que en una reunión en «petit comité» con la Asociación Herculanos en Alicante.

Illueca ha suavizado sus aristas más ásperas y menos amables y se presenta ahora como el «hombre bueno» que quiere reconducir la compraventa del Hércules tras sus agrios enfrentamientos con el presidente blanquiazul Juan Carlos Ramírez. Está convencido de que la operación finalmente se llevará a buen puerto con el empresario vasco porque el traspaso de la propiedad accionarial es la única vía para dotar de estabilidad al club ante las amenazas que se ciernen con la reclamación de siete millones de la UE, la deuda de cuatro millones con Hacienda y el reconvenio con los acreedores ordinarios.

En este punto, lo que está en juego, y Ramírez lo sabe, es la supervivencia del Hércules como entidad, toda vez que el Consell da por hecho que el fútbol en Alicante sí está garantizado: si la entidad blanquiazul entrara en liquidación en el caso de no hacer frente a la reclamación de Bruselas, el IVF, que es propietario del estadio Rico Pérez, podría negociar con otros inversores para refundar el club alicantino con nueva denominación. Contactos ha demostrado tener Illueca en este proceloso mundo...

Y, mientras, ¿cómo se lo toman en los despachos de Foguerer Romeu Zarandieta? Depende. Como quiera que conviven dos almas en este Hércules, la oficial de Ramírez espera instrucciones de sus asesores ahora que ve que Illueca no se arredra ni cede ante sus amenazas de llevarlo a los tribunales por exigirle gastos notariales «indebidos y sin justificar» en el proceso de la subasta.

La otra facción de la institución, la más vinculado al empresario Enrique Ortiz, comienza a desesperarse por el bloqueo y la parálisis institucional y urge a Ramírez para que antes de Navidad esté resuelto el traspaso de la titularidad. Y si hay que pagar un aguinaldo de 100.000 euros al procurador y al abogado, pues se paga a medias; y en paz. A fin de cuentas, esa es, más o menos, la nómina mensual en el club blanquiazul. Sólo sería una paga más. La extra de Navidad.

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