Por pedir no debía quedar, así que se intentó con la Agencia Europea del Medicamento, si bien desde bien pronto se vislumbró como una posibilidad remota que Alicante pudiera batir en la carrera por acoger ese organismo a candidatas como Milán, Amsterdam (que resultó la ganadora) o la misma Barcelona. Metidos entre lamentos -De Guindos lo subrayaba ayer en el ADDA- cabe cierta sensación de impotencia al constatar que el 'proces' ha arrojado al vacío la candidatura de la ciudad catalana, que acaparaba el apoyo estatal y, por consiguiente, apagaba la esperanza de otras aspirantes, entre ellas Málaga y Alicante. El portazo del Brexit ha abierto varias ventanas, unas con mejores vistas que otras, pero todas interesantes. En ese cesto está la Joven Orquesta de la Unión Europea (Union Youth Orchestra), financiada por la administración de la UE, igualmente obligada a abandonar Londres y cuyo traslado ha despertado interés en esta tierra, con la vista puesta en el Auditorio de la Diputación. No obstante, también para acoger a los 140 jóvenes y destacados músicos del continente han surgido propuestas como setas, entre ellas la de Ferrara, que apoyada por Roma parece que va a llevarse el gato al agua. Con todo, en el horizonte real, el que se vio cerca, donde nunca hubo competencia para Alicante, fue en el interés de Ikea por instalarse en esta provincia. Y en este caso, hasta hoy, lo que ha quedado en torno a la instalación de la internacional del mueble por este suelo ha sido incompetencia e incapacidad para articular soluciones y medidas que lleven a buen puerto una inversión que no debería escapar. Echávarri mantiene que ahora apostará con firmeza por ello. Algo parecido dijo hace unos días Colau, pero llegó tarde.
