La primera derrota de la «era Claudio» llegó, probablemente, en el mejor partido del Hércules con el técnico valenciano en el banquillo blanquiazul. Como reza el tópico, paradojas del fútbol. Un deporte en el que, como en todos los demás, rige la ley del error no forzado. Y el que la incumple suele perder. El portero Falcón se convirtió en el protagonista negativo del partido con dos fallos que le costaron tres puntos clave a su equipo. Jugaban los alicantinos los mejores minutos del curso en la Liga -también fue notable su partido en Copa ante el Elche- cuando el veterano guardamenta cometió un grosero despiste en el inicio de la jugada y permitió que el delantero centro rival Nuha le tapara el patadón en el área pequeña para marcar el 0-1. Jarro de agua fría y primeros pitos para Falcón, al que parece traicionarle un exceso de confianza que ya le ha delatado en las visitas al Mestalla y Cornellà. El primer mazazo llegó en el minuto 25 para castigar a un Hércules que no acusó la ausencia de Chechu Flores ante un Saguntino valiente y con mucho cuajo para esta categoría. Con Juli unos metros más atrás de lo habitual y la constante movilidad de Juanjo -otra vez extraordinario-, Gaspar y Miñano, el equipo llegaba con criterio al área rival, pero volvió a adolecer de falta de remate y de llegada desde la segunda línea. Óscar Díaz estuvo dos veces muy cerca del gol antes y después del tanto de Nuha y el cuadro alicantino comenzó a ganar la áspera batalla del centro del campo con Checa a buen nivel en el corte y Pepelu en su mejor versión. Tras el descanso subió incluso la intensidad del equipo de Claudio, que asedió al Saguntino, sobre todo por la banda derecha, y ofreció todo un vendaval ofensivo nunca visto en el presente curso. Miñano dejó solo a Juli, que remató fuera, y Gaspar rozó el empate en la siguiente jugada. Tanto insistieron los alicantinos, que igualaron en una gran acción coral iniciada por Tarí y culminada por Óscar Díaz para delirio de la grada. Pero sólo un minuto después Falcón volvió a poner una mano blanda en un tiro lejano de Felip y la posible remontada se quedó en gran frustración. Había salvado a su equipo el meta en el minuto 2 en un «mano a mano», pero dos errores de concentración impropios de su experiencia dieron al traste con la racha del Hércules y su mejor actuación de la temporada. Si juega así y corrige los fallos no forzados el equipo debe estar entre los mejores. El que no se consuela...
