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Desde mi terraza

Luis De Castro

Jodidos pero entretenidos

Y la cosa sigue, pero ahora la acción se sitúa en la fría y oscura Bruselas, donde el ex President se pasea por los cafés despertando cada vez menos interés; la capacidad de digerir los acontecimientos en la sociedad actual es infinita, y nada es más viejo que un periódico de ayer. Y en vista de que sus correligionarios en la patria chica van reculando, también el ex Molt Honorable se arranca por peteneras diciendo que hay otras vías para Cataluña además de la independencia. El senyor Tardá, portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya, hasta ahora el más coherente de los independentistas, descubre que «no estábamos preparados para la independencia»; El «prior de la dulce mirada» Oriol Junqueras envía mensajes poéticos desde la cárcel, invitando a los suyos a «tejer complicidades»; la titubeante Ada Colau, prescinde del PSC por mandato de las bases, por apoyar el 155 y quedándose con 11 concejales de los 41 que conforman la corporación municipal barcelonesa. Lo dicho; todos reculan, a excepción de Puigdemont que sigue haciendo el ridículo por la capital belga, terminando de confeccionar mientras tanto su disfraz de mártir, y poniendo en serio aprieto a las autoridades comunitarias con su insistencia a que reconozcan lo que no tiene reconocimiento posible. Bien, pasemos ahora a la corporación municipal alicantina porque, por razones obvias, nos preocupa más que el procés. El socialista Gabriel Echávarri seguirá como alcalde al ser repudiado por los socios con los que formaba el tripartito gobernante desde las elecciones de hace dos años; un total de seis concejales gobernará la ciudad en lo que queda de legislatura, y no quiero ni pensar en lo que será de nosotros a partir de ahora. O quizás no, porque en política nunca se sabe y todo es posible. A los ciudadanos que nos declaramos progresistas nos duele el fracaso de esa unión de izquierdas que pretendió enmendar la plana a los dos gobiernos del PP que les precedieron, sucumbiendo ante el personalismo que se puso de manifiesto desde el día siguiente de sus nombramientos. Compromís ha mantenido durante este tiempo una postura ambigua ante la guerra en la que estaban enzarzados PSPV y Guanyar; y ambos grupos hacen una declaración de pureza al dimitir a causa de la no dimisión del alcalde, imputado o investigado por dos causas «menores». Y el señor Miguel Ángel Pavón muere matando, firmando el decreto de veladores que ha sido su obsesión desde el principio, y que ha provocado las iras de los hosteleros. No dudo de las buenas intenciones del hasta ahora vicealcalde, pero creo que sus deseos de pureza e integridad, de cumplir las leyes a rajatabla, le han llevado al suicidio; como en todo, del cero al infinito siempre hay un punto intermedio. Así que con mi larga exposición comprenderán el porqué del vulgar título de mi artículo; estamos de todo menos aburridos. Y resulta hasta chocante comprobar la familiaridad con la que los ciudadanos hablan de los políticos, citando nombres y apellidos, como si de celebrities se tratara, equiparándolos a la popularidad de un Cristiano Rolando o un Messi, por citar a las dos estrellas del firmamento futbolístico. De ahí a proponer que un buen grupo de nuestros gobernantes formen parte de Master chef o Tu cara me suena, hay un paso. Es lamentable que por ansias de poder, por insolidaridad o por los numerosos casos de corrupción a todos los niveles estemos convirtiendo una situación preocupante en Historias de la frivolidad. A los alicantinos, como a la mayoría de los españoles, nos preocupa (y mucho) el momento catalán porque puede eternizarse y acarrear malísimas consecuencias; pero la vida ciudadana, el día a día, nos preocupa de forma más real. Y nos negamos a seguir bebiendo de este cáliz, reclamando a los diversos partidos del espectro político alicantino que pongan mayor atención cuando designen a sus representantes con vistas a la próxima legislatura municipal; la actual, ya está perdida.

La Perla. Diciembre de 2017. Día 21, elecciones catalanas. Día 22, Lotería de Navidad. Día 23, partido Madrid-Barça. Día 24, cena con los cuñados. El que no riña con el cuñado es porque no quiere, porque nos lo han puesto a huevo.

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