Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El secreto gusto por la esclavitud

La misocracia sería el odio al poder, a la condensación institucional de la capacidad de decidir. Los misócratas odian la democracia porque, según ellos, secuestra la voluntad del votante, y defienden en cambio una supuesta democracia en tiempo real, asamblearia, telemática, consejil, etcétera. Ahora bien, una "democracia" así imposibilita cualquier compromiso -entre grupos sociales, entre instituciones, entre territorios o países- al hacerlo permanentemente revisable. Tampoco permite ninguna clase de programación ni una política sostenida en el tiempo. Cómo, no obstante, alguien tiene que hacerlo, la misocracia trae siempre la autocracia y el caudillismo. La gente se entrega en seguida a la misocracia, porque no le gusta que la manden, y acaba en manos del caudillo. Esta secuencia se ha repetido tantas veces que prevenir a los incautos es como luchar contra la fuerza de la costumbre.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats