Referida a la situación generada entre los miembros del tripartito del gobierno municipal de Alicante, la expresión viene que ni pintada. ¿Qué digo para el tripartito? Para la Corporación Municipal completa. ¡Cuánto amor! Cuánta complicidad y bonhomía derrochadas desde el primer día por todos y cada uno de sus miembros para con los otros. El diario de a bordo de esta legislatura, desde el primer día, ha producido vergüenza ajena.
De acuerdo que cualquier corporación acoge a representantes de ideologías contrapuestas. ¿Pero dónde quedó la vocación de servicio? ¿Dónde la gestión municipal? A mí me llamó la atención el mutis por el foro que llevó a cabo, bien al inicio de la legislatura, el único cabeza de lista que poseía un muy buen trabajo fijo con un perfil vocacional y un salario más que digno. Del mismo modo que, a medida que proseguían y aumentaban las tempestades, y mira que las hubo de todos los calibres, nadie más abandonó la nave. De lo que se puede hacer una lectura muy poco edificante acerca del móvil último de nuestros munícipes.
Aunque aplicando este criterio paguen justos por pecadores. La expresión «cuánto amor» me remite a mi amigo Inocencio Galindo Mateo, a quien esta vida tan injusta nos arrebató un mal día, de repente, cuando él gozaba de unos vivísimos 48 años. Recuerdo los tiempos en que apenas nos habíamos estrenado como veinteañeros y ya pululábamos en casi todos los cenáculos culturales del pueblo que nos vio nacer. En una de esas reuniones con gentes del cine, el teatro, las artes y la música en las que yo estaba siendo injustamente zarandeado, Inocencio lanzó un sonoro «cuánto amor?». Intentando que víctima, tan ingenua entonces, y sobre todo victimarios, se diesen por aludidos.
Eso pudo ocurrir en los primeros ochenta, pero cuántas veces en estos treinta y tantos años he reparado en la expresión. Que hoy mismo volvería a repetir, si viviera, Inocencio Galindo, mirando con distancia, como siempre hizo, y con talante crítico, el enorme espectáculo que nos brinda la política municipal. Parece que lo estoy escuchando: «cuánto amor?».
