Va más allá del realismo con simbolistas formas como recurso dramatúrgico y escénico, que tienen el vigor de una escenificación inquietante y gótica. «¿Todavía hay alguien que crea que los ciudadanos gobernamos nuestra sociedad?» es la pregunta a los espectadores que se disponen a vivir esta experiencia, una farsa surrealista mediante siete breves obras unidas bajo el título común de Contra la democracia. O determinadas realidades que cuestionan un sistema democrático más aparente que real, vigilado y hasta cierto punto. Campea la depredación del capitalismo puro y duro y la dignidad se pierde. Los espejos cóncavos nos tocan de lleno en las situaciones escritas por el catalán Esteve Soler, y el gran guiñol parisino, género creado a finales del siglo XIX, o el teatro de la gran marioneta hace de las suyas bajo la dirección de Antonio C. Guijosa. Al igual que si fuese una fábula, dos arañas se quejan del presente y aguardan un mejor futuro que las devora. Imaginen un lugar donde se promueve que nadie piense, que todos estén muy entretenidos y pasen fácilmente por el aro o a la fuerza. El ciudadano perfecto para alimentar los intereses de algunos. No es difícil imaginarlo porque es tan verídico como la especulación y la tiranía económica. Lo sabemos. Pero nos interesa cómo se teatralizan las ideas y que no queden en el simple alegato. Algo así existe en alguna situación más que en otra. En esta tupida red arácnida y de intereses que representa Teatro del Noctámbulo con el ácido humor de las escenas de Soler al servicio de Memé Tabares, Gabriel Moreno, Marina Recio y José Vicente Moirón, cuatro versátiles actores y dieciocho personajes. Increíblemente ignoran qué número viene después del seis, un olvido o una ignorancia que puede ocasionar fatales consecuencias. Es la mejor pieza junto al hecho de eliminar al que estorba. Perdedores y ganadores por la gracia del orden establecido. El conjunto juega bien y mete goles en la portería contraria con el beneplácito del público que acudió al Arniches, a la Muestra de Teatro Contemporáneo.
