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Jorge Fauró

Tiempos salvajes

Algunos recordarán «Tiempos nuevos, tiempos salvajes», la canción más reconocible de un grupo asturiano que todavía se gana la vida actuando en directo. La pieza es de 1983, y la letra rezumaba el periodo histórico en que fue escrita por el todavía líder de la banda, Jorge Martínez.

1983, hagan memoria: cinco años desde la aprobación de la Constitución; la sentencia firme del 23-F; el PSOE al frente del país tras arrasar en las generales; la nacionalización de Rumasa; la primera emisión de TV3. Tiempos nuevos. Desde entonces, no recuerdo un solo año en que España dejara de ser un país en permanente ebullición, casi siempre convulso y por lo general fracturado, inmerso en discusiones eternas y enfrentamientos irresolubles, perdido en debates estridentes, a pesar de los cuales, ha ido evolucionando hacia una sociedad tan moderna para algunas cosas como arcaica para otras.

La historia nos ha endurecido. Ya no son tiempos nuevos, pero sí salvajes. Y aquí seguimos. Es probable que, salvo Italia o Francia (países latinos que también han vivido lo suyo), muchos vecinos europeos no hubieran soportado el grado de histeria que nuestros políticos han ido alimentando hasta llegar aquí, con niveles de corrupción insoportables, bancos que han arrastrado a la quiebra a sus propios clientes, personajes de opereta aupados a la cúspide de la Administración, declaraciones unilaterales de independencia, presidentes destituidos y huidos al extranjero, gobiernos autonómicos encarcelados y miembros de la alta sociedad condenados que no han pasado una sola noche entre rejas. Lo que ocurre en España ya nada tiene que ver con lo coyuntural, sino con perversiones estructurales puras y duras que han acabado formando el ingrediente esencial que mantiene unido al país. Por cierto, aquel grupo asturiano de rock son Los Ilegales. Los Ilegales. Y tienen pinta de seguir dando guerra mucho tiempo.

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