Akira Kurosawa es quizá el director más popular y con mayor prestigio de Japón, siendo conocido por películas tan brillantes como Los siete samuráis, Dersu Uzala o Barbarroja, destacando en sus filmes por su poderoso sentido de la estética y por sus técnicas de montaje y movimiento, así como por su imaginación y sus tramas personales con personajes enfrentados a dilemas morales, y a difíciles decisiones. Habiendo dirigido más de treinta películas, y ganador de tres Oscar, es Vivir la cinta que más me ha emocionado del director nipón, pareciéndome una obra triste y melancólica, en la que se relata la historia de un gris funcionario que decide, al descubrir que padece una mortal enfermedad, cambiar su rutina y buscar un destino a su vida, en un brillante relato que reflexiona sobre el paso del tiempo, y sobre la vida, con una historia de emociones precisa y elaborada que tras su transcendente significado muestra también una crítica social de crudo realismo.

Y es una película que detrás de su aparente sencillez, contiene un canto a la vida y una singular belleza que deviene especial y motivadora, invitando a reflexionar su guion vitalista e inspirador sobre el significado de la vida , y la razón de la existencia.

En relación con lo cual pienso que poseer un propósito o intención proporciona ánimo y energía pues pensar en el futuro puede ser una excelente forma de darnos cuenta de la importancia de vivir cada instante con intensidad y conciencia, pues en ocasiones estamos tan inmersos en nuestros problemas actuales que no reflexionamos sobre la realidad de que las actuaciones de hoy son las que decidirán el mañana, de manera que parece bueno preguntarnos qué imaginamos será de nosotros dentro de unos años, o qué proyectos emprenderíamos si tuviéramos la confianza de no fracasar, o si no sintiéramos miedo, o qué es aquello que quisieras obtener y aún no has logrado. Y también para encontrar un sentido a la vida es bueno reflexionar sobre aquello que consideramos especialmente importante o prioritario sin demorar aquello que quieres hacer, procurando aprender cada día, y sabiendo que ayudar y ser amable y hacer algo por los demás resulta gratificante y aumenta nuestra felicidad personal.

Como le sucede al protagonista de Vivir, la película de Kurosawa, cuyo protagonista, en un emotivo relato, cambia de actitud al constatar que ha estado desperdiciando años de su vida, pero de la que no te cuento más, digo a mi amiga, que sonríe y me dice: « Marisa, podríamos verla juntas cuando te parezca, cuando quieras», y claro, respondo, ahora mismo, ¿por qué no?