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Miguel Vilaplana

Apuntes

M. Vilaplana

Ojalá que llueva...

Ver para creer. Resulta que aquello que causó el colapso de la ladera de la Beniata, las lluvias torrenciales, es ahora precisamente lo que están esperando los técnicos para comprobar si las obras llevadas a cabo por el Ayuntamiento de Alcoy han resultado efectivas y se puede reabrir por fin el carril que permanece cortado al tráfico desde hace nada menos que diez meses.

No hace falta recordar la importancia de este vial, que se ha convertido en una precaria alternativa para la entrada y salida de la ciudad en dirección a Alicante a raíz del cierre del puente Fernando Reig para la sustitución de sus tirantes. La suerte es que los alcoyanos se amoldan a todo y tienen más paciencia que el Santo Job, porque con esto del cambio climático, a más de uno le pueden salir canas esperando la lluvia.

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