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Francisco Esquivel

Tiene que llover

Francisco Esquivel

En el fragor de la batalla

El inquieto Fernando Delgado presenta «Mirador de Velintonia», un esmerado guiso de recuerdos que bulló durante el fatigoso silencio de posguerra en el jardín de la casa por Cuatro Caminos en el que el venerable Vicente Aleixandre tuvo siempre reservado un moje de luminosidad y esperanza a quienes regresaban desorientados de tierras lejanas como Cernuda, Ayala o Aub, a quienes se acercaban necesitados de un soplo de aire interior que atendiera causas dispares tipo las protagonizadas por Gerardo Diego y Buero y a quienes les brotaban elementales veleidades literarias como el caso del autor. Con afán de realizar la inscripción accedo a la página del congreso internacional sobre Miguel Hernández en un año tan significativo. La tarde en la que escribo se congrega un manojo de autores para recitar una selección dentro del ciclo con el sugerente título de «Poetas y el Mediterráneo». Se abren exposiciones dedicadas a representantes del género, olvidados tiempo atrás. No sé, algo está pasando. La lírica como refugio quizá. Ante tanta mamarrachada y la necesidad de elevar el espíritu, no solo de coachs vive el hombre. También puede que influya el otoño. Por esta franja solo falta la lluvia. Pero estamos sedientos, más si cabe. Así me bebo lo último de Juan Manuel Villalba sobre la propia tarea de escribir: «Ya puedes olvidar tu vida/Asume que carece de interés literario incluso para ti/Aunque te duela/Aparta las canciones ya cantadas/No intentes descubrir lo descubierto fingiendo ser el único, el que llegó primero/Olvida ya el amor, no es nada nuevo/Incéndialo en secreto, sin testigos, que nada quede escrito, que nadie sepa nada/Retira los espejos, olvídate a tí mismo, sin que eso te impida recordarte todo lo que no eres porque ese sí eres tú/Fulmina los aplausos que tanto necesitas/Si quieres ser palabra, no oigas, enmudece/Deja la pirotecnia para la infantería/Y ahora, con las manos vacías y con frío, atrévete a sentarte y cuenta la verdad».

Es ahí cuando no puedo evitar pensar que va dirigido a Puigdemont. Qué desastre.

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