uropa avanza por la derecha, si eso es avanzar. Desde las elecciones alemanas hasta las más recientes de Chequia pasando por Austria, que ya había avisado en las presidenciales, la derecha nacional populista está avanzando en todos los comicios. Esto, especialmente el resultado de las elecciones alemanas, está condicionando, la agenda política de la Unión Europea. Europa se debate entre el populismo y la pluralidad, entre sociedades abiertas, diversas y globales, y quienes regresan a planteamientos nacionalistas, polarizados y polarizantes. Y en muchos casos abiertamente xenófobos.
Angela Merkel gana en Alemania. Si antes tenía 309 escaños, ahora se ha quedado con 246 ha pasado del 41% de los votos al 33%. La derecha en papeletas del AfD (Alternativa para Alemania), el partido de la ultraderecha nacionalista, ha obtenido un 12,6% y 94 escaños. Si le unimos el 10% de los votos liberales, los partidos de derecha han obtenido casi 15 puntos más que en las anteriores elecciones de 2013. La gran coalición, la solución mágica que también se intentó aquí en España, le ha dado el reconocimiento como alternativa de gobierno a la ultraderecha neonazi. Entre democristianos y socialistas han perdido los 15 puntos que ganan liberales y nacionalistas. El gran pagano ha sido el socio minoritario de la gran coalición: el SPD (Partido Socialdemócrata Alemán) que pierde 5 puntos, y 40 escaños de los 193 que tenía.
En Austria ha sucedido algo similar, el partido conservador ÖVP de Sebastian Kurz ha ganado con el 31,5% de los votos seguido de socialdemócratas (26'9). Muy cerca la extrema derecha del FPO (26'0%); un partido fundado por antiguos nazis, antiislamista, antisemita y que propugnaba el abandono de la Unión Europea que ahora ha moderado su euroescepticismo. Los socialdemócratas se mantienen pero los Verdes se quedan fuera del Parlamento, mientras que la derecha -los citados más los liberales- sube un 10% en votos.
Lo último ha sido la elección en Chequia del millonario Andrej Babis, a quién empiezan a llamar el Trump checo. Su partido, el populista ANO -sí, en checo- podría gobernar con la ultraderecha -SPD-: xenófobos, antieuropeistas y como Babis contrarios al reforzamiento de la Unión Europea.
Con ese panorama las propuestas del presidente francés Macron, y de Merkel que pretendían una mayor integración y reforzar la eurozona con un presupuesto común, una protección social y fiscalidad convergente, llevan camino del congelador. El Consejo Europeo celebrado la semana pasada avanza en uno de los temas que eran tabúes para los británicos, la defensa europea. Lo que llaman una cooperación estructurada y permanente en materia de seguridad y defensa, que «deberá concretarse a finales de año de modo que en 2019 puedan financiarse los primeros proyectos» del Programa Europeo de Desarrollo Industrial en materia de Defensa. Es uno de los ámbitos en el que los países del Este europeo están dispuestos a avanzar, por miedo a Rusia, y los del Oeste para depender menos de la OTAN. Todos para satisfacer las exigencias de Trump de incrementar el presupuesto de defensa. «El Consejo Europeo destaca la necesidad de que la cooperación estructurada permanente, el Fondo Europeo de Defensa y la revisión anual coordinada de la defensa se refuercen mutuamente para mejorar la cooperación en materia de defensa entre los Estados miembros», dicen las conclusiones de la reunión del Consejo Europeo del día 19 (EUCO 14/17).
El segundo día del Consejo se vio lo que Donald Tusk ha dado en llamar la Agenda de los Líderes, un calendario de temas para los próximos dos años, algunos ya en marcha, y otros presentados como propuesta a discutir y en los que recoge los problemas políticos que habría que solucionar. Entre estos están: Migración: perspectivas de futuro en relación con la dimensión exterior e interior; Cumbre del Euro: UEM (Unión Monetaria Europea) decisiones sobre su reforma; unión bancaria (acuerdo sobre el calendario de decisiones); cuestiones institucionales: composición del Parlamento Europeo/listas transnacionales, nombramientos, incluidos los cabezas de lista; El Marco Financiero Plurianual (MFP), debate sobre las prioridades políticas. Será difícil avanzar en estos temas condicionados por populistas y nacionalistas.
Aquí, algunos se envalentonan: el delegado del Gobierno en Castilla La Mancha, Jose J. Gregorio, ha dicho que el gobierno de García Page (PSOE-Podemos) «está pidiendo a gritos que le apliquen el art. 155». Añádesele las advertencias de Pablo Casado de ilegalizar a los independentistas; y de Alonso, el presidente del PP vasco, al PNV. Así de demócratas son algunos. La cabra tira al monte.
