Hace unos días se celebró el debate sobre el estado de la ciudad y en él pudimos comprobar lo poco que ha avanzado el municipio y las reiteradas quejas de los ilicitanos. Uno de los proyectos que nos preocupa y así lo expresamos es la reconstrucción del barrio de San Antón. Más de dos años han pasado desde el inicio de la legislatura y no se ha adelantado nada al respecto mientras que desde el tripartito, con el alcalde a la cabeza, solamente han sido capaces de contarnos excusas sobre el retraso de un proyecto que parece no avanzar. Ni saben, ni contestan, ni gestionan. Además de negar la mayor: para ellos no existe ningún problema.

Pero la realidad es tozuda y el mismo día que el alcalde anunciaba que no existía ningún problema en el barrio de San Antón una noticia dejaba en evidencia, otra vez, al tripartito. Los vecinos ya hartos de esperas y excusas se disponían a manifestarse para reclamar viviendas que llevan casi dos años finalizadas y este Gobierno ha sido incapaz de entregarlas a sus propietarios. Hay que recordar que este enfado vecinal se agrava si tenemos en cuenta las todas las promesas incumplidas por parte del actual concejal. La última fue el compromiso a entregar las viviendas en la Navidad de 2016.

El alcalde decía en el debate, faltando descaradamente a la verdad, que cuando llegó el PSOE y Compromís al gobierno en junio de 2015 no había obras de construcción del primer edificio, ni convenios firmados para la financiación de las obras. Mentiras burdas que con un simple vistazo a la hemeroteca quedan demostradas. Y les voy a relatar brevemente todo el trabajo que hizo el PP por salvar este proyecto y del que puedo dar fe porque fui responsable del área de urbanismo. Cuando llegamos al gobierno en 2011 supimos que no iba a existir subvención para la reconstrucción del barrio al haber caducado el Plan de Vivienda Estatal tras décadas de mentiras socialistas. Conseguimos salvar el proyecto mediante negociaciones directas con el Ministerio incluyéndose en el nuevo Plan de Vivienda Estatal 2013-2016, al mismo tiempo que tomamos la decisión valiente de que el Ayuntamiento de Elche pasara a ser agente urbanizador y ente gestor a través de Pimesa.

Conseguimos además asegurar subvenciones por parte del gobierno central y autonómico de 7,2 y 6,1 millones de euros respectivamente, mediante la firma de un convenio en octubre de 2014. Licitamos el primer edificio e iniciamos la obra en enero de 2015; y se firmó el convenio con la Generalitat para abonar ya la parte de subvención correspondiente a la anualidad 2015, el 15 mayo de ese año. Además de todo, esto presentamos un planning en el Ministerio desde Pimesa con fechas de licitación e inicio de construcción de los restantes tres bloques a partir de noviembre de 2015 y dejamos contratados los equipos de arquitectos en abril de 2015 para conseguir ese objetivo.

Convenios firmados, dinero asegurado, inicio de obras del primer edificio (estructura levantada en mayo de 2015) y proyectos en redacción para cumplir los plazos con el Ministerio. Todo el trabajo hecho, orgullosos de salvar este proyecto y de hacerlo realidad para todos los vecinos de San Antón, que llevaban demasiado tiempo esperando. Pero no sólo para ellos, conseguimos colocar a Elche en el mapa de inversiones estatales con una inversión de más de 20 millones de euros destinados a la renovación y mejora urbanística de la zona así como una reactivación económica y creación de empleo evidente.

Por eso oír ahora al alcalde, dos años después, diciendo que no había nada, ni convenios firmados, ni obra iniciada, causa cuanto menos estupor, tristeza y hasta vergüenza ajena. Debería reconocer con humildad los errores que hayan cometido y que han dado lugar a la explosión de los vecinos ante tal retraso injustificado.

Creemos que la única razón que tienen para lanzar estas falsas afirmaciones es desviar la atención de su nefasta gestión. El primer edificio se finalizó ya hace casi dos años, y han sido incapaces de entregar las viviendas, que esperemos que muy pronto estén en manos de los vecinos. En estos 28 meses solo han iniciado las obras de un segundo edificio, cuando deberían estar finalizando los tres restantes.

Quizá les abruma el trabajo, quizá son estrategias políticas socialistas para entregar pisos al final de la legislatura en campaña electoral, quizá es simplemente ineptitud. Lo que no podemos consentir es que con esas estrategias sigan perjudicando a los vecinos y a la ciudad de Elche.

Asuman su gestión y su negligencia y si son incapaces de gobernar dejen paso a quienes demostramos que si sabíamos hacerlo.