El IVAM, institución cultural de la Comunidad Valenciana, esta temporada nos sorprende con un proyecto dinamizador e integrador del arte contemporáneo en el entorno cultural que sostiene al museo, con la lógica proyección más allá de este entorno, por la trascendencia de dicho centro y del evento que promociona. Se trata de una línea artística denominada IVAM produce, por la que diferentes artistas valencianos o vinculados con esta Comunidad son seleccionados para realizar intervenciones en uno de los principales museos de territorio nacional. Una línea de actuación que se plantea con la intención de que el museo no se limite a exhibir exposiciones, sino que genere producción artística nueva. Intervenciones, en principio, realizadas en los espacios no considerados museísticos del edificio, pero que como en esta última edición, con cuatro artistas seleccionados, tiene como premisa establecer el diálogo con la exposición temporal, La eclosión de la abstracción, con una clara intención de promover el análisis y el contraste de la producción contemporánea con una de las mejores colecciones de arte del siglo XX y XXI, y de dinamizar y actualizar la mirada de nuestro pasado más cercano y determinante. Una actividad que se sitúa frente a las dinámicas dominantes en estos momentos, en las Escuelas de Bellas Artes y en centros culturales como el Centre del Carmen, en los que domina el arte de características más sociales y políticas. Con la selección de cuatro artistas: Sergio Barrera, Nelo Vinuesa, Inma Femenía y Ana Esteve Llorens, el museo, el IVAM, busca una revisión de los resortes de la producción artística desde ese mismo principio, desde la producción, apoyando la producción de nuevas obras site especific, es decir, específicamente para un espacio de diversidad y universalidad como es este museo.
Miremos al MACA, qué hace nuestro museo de arte contemporáneo de Alicante. Otra vez, insistir en que esta comparación es absurda, pues nuestro museo no tiene presupuesto de museo, no es considerado con las competencias necesarias como para adjudicarle un presupuesto de museo. Desde la ampliación del pequeño espacio de la Asegurada, hace ya más de una década, el MACA no mueve ni varía su colección permanente, es decir, permanecen las mismas obras seleccionadas de la colección de Eusebio Sempere, Colección Arte del siglo XX, expuestas para su inauguración. No produce, no analiza, no conecta con la realidad del arte de la ciudad, sus artistas no tienen entrada en el museo. Durante sus años de existencia, se han formado varias generaciones de artistas en Alicante y provincia, que sin duda no han encontrado en su museo este diálogo con la historia y con la contemporaneidad que todo artista necesita ver, comprender, contrastar. El MACA no es sentido como un centro de la ciudad, de los ciudadanos, de la provincia, ni mucho menos tiene algún peso en la Comunidad Valenciana.
