¡Qué «equivocao» estaba!. ¡Resulta que «la mordidita» es una copla de Ricky Martin! ¡La madre que me parió! Y yo, que para muchas cosas soy más corto que las mangas de un chaleco, creía que «la mordidita» es lo que se echan a la «buchaca» los «conseguidores», sean del partido político que sean o realicen la actividad que realicen. El «conseguidor» se dedica a «invertir perricas» del personal, sobre todo si son de un «sierto» color oscuro, tirando a negro (si es que el dinero tiene color), pero, ¡eso sí!, con buenas maneras, que es fundamental en este tipo de «trabajo», además de la profesionalidad, sin olvidar que la boca siempre tiene que estar «chapá», porque ya se sabe que en boca cerrada no entran moscas, aunque a algunos, si la abriesen, les entraría un portaviones. ¡El «conseguidor» es un «tío legal» vividor/arribista/chueta, pero legal y fiel! Es una «rara avis» digna de una "tesis doctoral", como «los charlatanes» -con todo el respeto para los profesionales de la venta ambulante-, que son capaces de venderte La Giralda de Sevilla y la Torre Eiffel de una «sentá». El «conseguidor» está bien visto y considerado en ciertos círculos/corrillos! ¡Se han dado varios casos!; ¿verdad, Pepe Luis?

Por ejemplo, Al Capone, también conocido como Scarface (cara cortada) -¡anda, como el futbolista Franck Ribéry!- quería ser el mejor en lo suyo y para eso tenía que recibir clases de los mejores, por lo que, como no podía ser de otra manera, se vino a estas tierras a «estudiar» la teoría y, sobre todo, la práctica, para importarla a los EE UU. ¡Menos mal que los americanos del norte no tenían, entonces, a un tal Donald Trump, porque el muchacho se habría «comío» los mocos. A Scarface le encantaba apropiarse de «to» -sobre «to» si no era suyo-, pero, lo que son las cosas, aunque pasó a la historia por «cargarse» a mogollón de gente -lo del manejo de las metralletas lo aprendió en Sicilia, no en España-, lo pillaron y enchironaron después de que sus contables se chivaran -¡los muy desagradecidos!- a Eliot Ness y sus Intocables. Resulta que tuvo «un descuido» en sus obligaciones fiscales y se lo llevaron «palante» por trincón/mangón, como los Messi, CR7, Bárcenas, Jordi Pujol, Rato, Blesa, Urdanga, los del caso Palau o los de la CAM, entre otros.

Pero, me pongo a pensar -¡cosa que no hago habitualmente, porque se me hincha la sesera y, según la gente, me da por hacer o decir «tontás», pese a que no he «cambiao» de camello ni fumo «na» raro!- y he llego a la conclusión de que «mordiditas» se han «dao», y se seguirán dando, por estas tierras tan olvidadas de la mano de Dios y, muchas veces, de los hombres -a saber, la Vega Baja- y que han estado en candelero mucho tiempo, casi siempre por «na» bueno. Capone se hizo el «boss» -jefe- en un momento clave en «yankilandia», cuando se instauró la Ley Seca y trapicheaba con «to», mientras que los profesionales de las «mordiditas» en el cono sur alicantino afloraron como setas con el «boom» de la construcción. Era habitual, y hasta se veía como normal, que algunos «conseguidores» casi tuvieran despacho en sedes de organismos oficiales, sobre todo en los que «entendían» de cuestiones urbanísticas. Bien vestidos con ropa de marca, aunque la mayoría era más hortera que un 600 con cortinas, y casi siempre con «portafolios sospechosos», en los que se aseguraba que había billetes -y no precisamente de tren o autobús- de todos los tamaños y colores!. De todas formas, eso habría que demostrarlo, aunque conozco a varios que se forraron con «mordiditas» -no sé si serían del tres por ciento o de más- lo que les llevaron a mantener un tren de vida que ya quisiéramos para nosotros.

La comarca demostraba «su riqueza» haciendo, en muchos casos, una ostentación desmedida, ya que era en la que había más coches de lujo por metro cuadrado y habitante. ¡Una barbaridad!. Pero, una vez más, se cumplió el refrán: ¡Más dura será la caída!. Algunos fueron «guardados» en Fontcalent, Villena, Albacete o Murcia -su estatus no daba para mezclarse con «peces gordos» en Alcalá Meco, Alhaurín de la Torre o Soto del Real-, donde los lujos brillan por su ausencia -¡un bis a bis al mes y pare usted de contar!- y el rancho es más bien pobre y escaso para paladares acostumbrados a otro tipo de manjares.

¡Va a ser que «la mordidita» que me rondaba por la «cabesica» es la de Ricky Martin!. Una copla, que, además de escucharse en círculos de música latina, es una de las favoritas de los/las que hacen/bailan «zumba», que no sé muy bien que es -el zumba-, porque, para mí, que no tengo ni idea de bailar -además de que no me gusta-, todos estos bailes/ritmos me parecen iguales; vamos, que es una de esas coplas «pa» no pensar o, como mucho, dejarse llevar sin miedo a hacer el ridículo, porque todos parecen «patos mareaos» moviéndose espasmódicamente/compulsivamente.

12 de octubre, día del Pilar. En Madrid están casi todos, menos Puigdemont -¿lo guardarán?- y Urkullu, que aunque quieren «negociar» su «españolidad» sigue demostrando lo contrario. ¡País!, que diría Forges. ¿Perras o música?; ¿qué mordidita prefieres? Primo, «¿mas «entendío» o te lo explico?».